La comunidad universitaria de Arequipa se moviliza en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, recordando el feminicidio de Ana Paola dentro de la UNSA y exigiendo justicia y medidas de prevención.
El 25 de noviembre, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, estudiantes y activistas de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) realizaron una manifestación frente al área de ingenierías. El acto conmemoró el feminicidio de Ana Paola, joven asesinada por su expareja el 29 de septiembre de 2023.
Los manifestantes exigieron justicia para Ana Paola y medidas concretas para prevenir nuevos casos de violencia de género al interior de la universidad. Asimismo, denunciaron la inacción de las autoridades ante este tipo de hechos. Y la falta de políticas públicas efectivas para combatir la violencia contra las mujeres en el país.
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Según las activistas, este tipo de crímenes no solo son perpetrados por agresores directos. Sino también sostenidos por un sistema que minimiza la problemática al recortar presupuestos y postergar políticas públicas efectivas. Los casos de violencia no son atendidos por el gobierno central para frenar el incremento de feminicidios en el país.
Los jóvenes que participaron de la actividad colocaron carteles en una de las paredes de la UNSA con mensajes alusivos en contra de la violencia de la mujer. Las pancartas referenciaron la violencia de la cual fue víctima joven universitaria. Ella era una Ana Paola de 19 años quien murió tras ser acuchillada por su ex pareja dentro de la UNSA.
Rol de prevención
Durante el plantón, se destacó el rol crucial de las instituciones educativas en prevenir la violencia de género. En la UNSA, se ha implementado un programa de capacitación dirigido por la Defensoría Universitaria para estudiantes y personal administrativo. Sin embargo, los manifestantes consideran que estas medidas son insuficientes frente a un problema estructural tan complejo.
En colaboración con varios colectivos, se presentó un memorial simbólico en el campus. El cual se diseñó para sensibilizar y concienciar sobre la necesidad de erradicar la violencia machista. Este espacio recuerda que los feminicidios no son hechos aislados, sino una problemática social que el Estado y la sociedad civil deben abordar con urgencia.
A pesar de estos esfuerzos, las familias y activistas denuncian que las respuestas estatales siguen siendo limitadas y poco efectivas. El caso de Ana Paola ocurrido en la UNSA resalta la urgencia de intervenir con políticas integrales que incluyan protección, educación y sanciones más severas para los agresores.
