El estado de emergencia nacional busca mitigar los efectos de incendios forestales y sequías que devastan miles de hectáreas en Ecuador, afectando especialmente a Azuay y Loja.
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Ecuador declaró el estado de emergencia nacional por sesenta días ante el impacto de incendios forestales y déficit hídrico. Actualmente, el país enfrenta 17 incendios activos, con Azuay y Loja como las provincias más afectadas. La sequía agrava la situación, dejando en evidencia la vulnerabilidad ambiental y la urgencia de acciones inmediatas.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) lidera la coordinación para contener los incendios en Ecuador, con el apoyo de Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) desplegadas en Azuay y Loja. En paralelo, gestiona recursos internacionales, incluyendo asistencia del Gobierno de Perú y la Embajada italiana, que han enviado helicópteros y equipos especializados.
Ocho helicópteros equipados con «Bambi Buckets» están activos en las operaciones. Hasta el momento, se han realizado 240 descargas de agua en Azuay y 26 en Loja, lo que evidencia la gravedad de la situación. La Fuerza Aérea Ecuatoriana, el Ejército y la Policía han unido esfuerzos con entidades privadas e internacionales para enfrentar esta emergencia.
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Zona afectada
En Azuay, los incendios han consumido más de 1.700 hectáreas, afectando zonas clave como el Parque Nacional Cajas. Este parque, una joya de la biodiversidad ecuatoriana, está bajo amenaza, con focos de incendio que representan un grave peligro para su ecosistema. Las ciudades de Cuenca, Sigsig y Nabón son las más impactadas.
Loja, por su parte, reporta una devastación mayor, con más de 8.500 hectáreas destruidas en 10 cantones. Áreas como San Pedro de Vilcabamba y Chuquiribamba enfrentan una crisis ambiental que pone en riesgo a las comunidades y la biodiversidad local. El déficit hídrico complica las labores de contención y recuperación.
La emergencia resalta la necesidad de una planificación más efectiva para prevenir y enfrentar desastres. La coordinación nacional e internacional es clave, pero la sostenibilidad ambiental y la preparación ante el cambio climático son desafíos urgentes para Ecuador.