Apenas horas después de su designación, dos integrantes del directorio de Petroperú, liderado por Alejandro Narváez, han renunciado, dejando a la estatal con un equipo incompleto en un momento crucial.
A pocas horas de conocerse la conformación del nuevo directorio de Petroperú, la renuncia de dos de sus miembros, Robert McDonald y Carlos Lezameta, genera incertidumbre en torno al futuro de la estatal. La salida de ambos directores recién nombrados es un revés inesperado, especialmente considerando la crítica situación financiera y operativa de Petroperú.
La Junta General de Accionistas de Petroperú designó al directorio encabezado por Alejandro Narváez. Cuya experiencia incluye haber ocupado la presidencia de la estatal entre 2003 y 2005. La expectativa era que esta nueva directiva iniciara su gestión con una sólida estructura que ayudara a enfrentar los desafíos actuales de la empresa. Sin embargo, la repentina salida de McDonald y Lezameta plantea interrogantes sobre la cohesión y sostenibilidad de este equipo.
El directorio ahora se mantiene con los miembros restantes, entre ellos, David Quispe Figueroa y César Rodríguez Villanueva. Este último, director independiente, aporta un perfil orientado a fortalecer los mecanismos de control y transparencia en la empresa, una necesidad urgente en Petroperú. Dada su reciente crisis de confianza y dificultades para gestionar eficientemente sus proyectos.
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Narváez asume la presidencia en un momento en que la empresa estatal enfrenta críticas por su desempeño financiero y operativo. Además de su rol en Petroperú en años anteriores, Narváez tiene experiencia en el sector público como Director Ejecutivo de Foncodes y en el sector privado como Director Gerente de HC Consulting S.A.C. Su gestión se enfrentará ahora a la tarea de recomponer un equipo que ya experimenta bajas en sus primeros días.
La renuncia de McDonald y Lezameta abre la discusión sobre la estabilidad y visión de largo plazo en la administración de Petroperú. Ante la salida de los dos directores, la estatal tendrá que asegurar un nuevo proceso de selección para completar el equipo directivo. Lo cual podría ser una oportunidad para fortalecer su estructura de liderazgo y definir un plan más consistente.
El reto que enfrenta Petroperú no es solo de dirección sino de viabilidad financiera. La empresa ha sido criticada por su estructura de costos y la demora en varios de sus proyectos, lo cual exige un directorio cohesionado y comprometido. La salida de dos de sus miembros antes de iniciar funciones genera preocupación en el sector energético, que observa de cerca las repercusiones de esta crisis interna.