Estados Unidos refuerza presencia militar en el Caribe

El viaje del general Dan Caine a Puerto Rico, anunciado por el Pentágono, reavivó las alertas en la región. El jefe del Estado Mayor estadounidense llegó para evaluar a las tropas destacadas en el Caribe y supervisar la operación Lanza del Sur, un dispositivo antidrogas que coincide con la creciente presión sobre el régimen de Nicolás Maduro. Su presencia ocurre justo cuando Washington endurece su postura diplomática y amplía el alcance de sus acciones contra Venezuela.

La escala de Caine en Puerto Rico incluyó la visita a uno de los buques desplegados en aguas caribeñas, un gesto simbólico y operativo que marca la continuidad de la estrategia estadounidense desde septiembre. El Pentágono destacó que el general viaja para agradecer a las tropas y reforzar la cohesión en plena semana de Acción de Gracias, aunque la agenda revela un interés más amplio: revisar la preparación del dispositivo militar junto a sus subordinados, tal como adelantó The New York Times.

Antes de llegar a Puerto Rico, la agenda oficial confirmó una reunión en Trinidad y Tobago con la primera ministra Kamla Persad-Bissessar. Allí, ambas partes discutirán la cooperación bilateral y el combate al crimen transnacional, un eje clave de los ejercicios militares conjuntos realizados el último mes. Para Washington, la operación Lanza del Sur se convirtió en la punta de lanza del despliegue más grande en el Caribe desde la Crisis de los Misiles, con el portaviones USS Gerald R. Ford como emblema de su proyección regional.

La tensión creció cuando Estados Unidos formalizó la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera, involucrando directamente a mandos militares venezolanos y a Nicolás Maduro. Paralelamente, reportes de The New York Times sostienen que Donald Trump habría autorizado a la CIA a preparar operaciones encubiertas dentro de Venezuela, una señal que elevó la incertidumbre política. La alarma también alcanzó al sector aéreo: la FAA emitió advertencias de seguridad y varias aerolíneas cancelaron vuelos hacia el país sudamericano y el sur del Caribe.

En Caracas, el chavismo denunció que la narrativa antidrogas encubre una ofensiva política destinada a aislar al régimen, mientras Estados Unidos reportó la destrucción de embarcaciones vinculadas al narcotráfico y la muerte de decenas de tripulantes. Con más de 10.000 soldados desplegados, infantes de marina en buques anfibios y miles de efectivos en bases puertorriqueñas, la presión norteamericana sube de tono. En un escenario venezolano marcado por sanciones, denuncias internacionales y deterioro económico, la visita de Caine encaja en una estrategia de acumulación militar que apunta a mantener abiertas todas las opciones.

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