La Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) enfrenta un prolongado ataque cibernético que mantiene inoperativos sus sistemas informáticos desde hace 7 días. Este hackeo ha paralizado la actividad inspectiva en todo el país. A pesar de los comunicados emitidos, la institución aún no logra recuperar sus servicios esenciales.
El último aviso, difundido el 17 de noviembre, ordena que todas las computadoras y laptops institucionales permanezcan apagadas y desconectadas hasta nuevo aviso. La Oficina de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (OTIC) dispuso además que no se utilicen memorias externas y que el personal cambie de inmediato las contraseñas de sus correos corporativos.
Según la OTIC, el uso del correo institucional desde celulares y equipos personales es seguro, mientras que el acceso a los sistemas internos continúa completamente restringido. La entidad también recomienda respaldar información en Google Drive para prevenir pérdidas.
Sin embargo, el Sindicato Único de Inspectores y Trabajadores de la Sunafil (SUIT Sunafil) sostiene que las medidas son insuficientes y que la institución no ha dado explicaciones claras sobre el alcance del ataque. Afirman que persiste una incertidumbre total debido a que no se ha comunicado ningún diagnóstico ni se han transparentado los protocolos adoptados.
El gremio recuerda que desde el 12 de noviembre los equipos fueron apagados y que tanto el personal presencial como remoto tuvo que suspender toda actividad que requiera acceso a sistemas institucionales. Siete días después, esa orden sigue vigente sin fecha estimada de restablecimiento.
Todo paralizado

Ante ello, SUIT Sunafil exige la suspensión inmediata —con efecto retroactivo al 12 de noviembre— de todos los plazos administrativos en las etapas inspectiva, sancionadora y de cobranza. Afirman que es una medida urgente para evitar nulidades, caducidades y responsabilidades funcionales por la inactividad forzada.
El gremio señala que resulta inconcebible que, pese a la gravedad del hecho, la alta dirección no haya dispuesto esta suspensión. Sostienen que sin sistemas operativos no existe forma legal ni técnica de avanzar en los procedimientos, particularmente en aquellos que dependen del expediente electrónico.
Asimismo, el sindicato demanda que la entidad determine responsabilidades por lo que califica como una respuesta lenta, hermética e imprecisa de los directivos frente a un ataque que consideran de “extrema gravedad”. Aseguran que la falta de transparencia ha profundizado la crisis operativa.
Aunque reconocen que se están emitiendo órdenes de inspección solo para casos extremadamente urgentes, explican que estas actuaciones se realizan de forma presencial y con mecanismos manuales. Por ello, exigen que todo el personal involucrado cuente con condiciones de trabajo plenas para evitar riesgos y garantizar intervenciones efectivas.
En Arequipa, la subintendente de Sunafil, Anaís Cáceres Pérez, confirmó a Revelación.pe que los sistemas continúan caídos y que aún no logran restablecer los servicios tras el ataque. Si bien evitó revelar cuántos procedimientos quedaron paralizados, indicó que la entidad está atendiendo audiencias y consultas únicamente de manera presencial.
Aunque se desconoce la data de casos que han quedado paralizados, la atención presencial no es garantía de un debido proceso. Esto porque los denunciantes y demandados no reciben las notificaciones a tiempo, por lo que los procesos podrían ser viciados.




