Cuatro policías colombianos resultaron heridos este viernes 17 de octubre durante una protesta frente a la Embajada de Estados Unidos en Bogotá. El enfrentamiento ocurrió luego de que un grupo de manifestantes indígenas atacara a los agentes con flechas y artefactos incendiarios, en el marco de una jornada denominada “antiimperialista”, que buscaba rechazar la política exterior de ese país hacia Gaza, Venezuela y Ecuador.

La concentración, convocada por colectivos sociales y organizaciones indígenas, comenzó de manera pacífica, pero derivó en violencia cuando un grupo de encapuchados lanzó objetos contundentes y proyectiles hacia la sede diplomática, ubicada en una de las avenidas más transitadas del occidente de la capital. Ante ello, la Policía intervino para dispersar a los manifestantes.

El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, informó que los cuatro policías heridos presentan lesiones en el rostro, piernas y brazos. A través de la red social X, calificó el hecho como “un ataque a la autoridad” y reiteró que “en Bogotá no hay espacio para la violencia”.

“Denunciaremos estos actos ante las autoridades judiciales, la Defensoría del Pueblo y la ONU. Siempre que haya violencia y destrucción, responderemos con el uso legítimo de la fuerza, como hicimos hoy”, sostuvo.

Entre los manifestantes se encontraban integrantes del Congreso de los Pueblos, una plataforma que reúne comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes. Este grupo había llegado a Bogotá el 13 de octubre y se instaló sin autorización en una plazoleta de la Universidad Nacional, donde mantiene el control del ingreso al campus.

Las autoridades mantienen vigilancia en la zona y no descartan nuevas movilizaciones en los próximos días. La jornada dejó en evidencia las tensiones entre las demandas de las comunidades originarias y la respuesta estatal ante expresiones de protesta que, en este caso, derivaron en violencia.