La Contraloría General de la República detectó que la atención de requerimientos técnicos críticos, como la construcción de una estructura de soporte o el uso inviable de una cantera agotada, resultó ser ambigua y sin la debida justificación. Esta deficiencia en la gestión técnica del proyecto vial Majes – Huambo, con valor de S/ 186 millones, podría generar serias demoras, posibles paralizaciones y mayores desembolsos por extensiones de los plazos contractuales. Su culminación oportuna se encuentra comprometida.

En primer lugar, el contratista consultó sobre la necesidad de construir un muro de sostenimiento en la progresiva 9+410, argumentando la existencia de un desnivel en el talud y la proximidad de una estructura hidráulica. Sin embargo, la entidad regional comunicó la respuesta del proyectista indicando que el muro no era necesario y que, en su lugar, se debía desplazar el trazo de la vía. 

La Contraloría determinó que este pronunciamiento carecía de análisis técnico detallado, ya que no precisó la distancia del desplazamiento ni sustentó por qué no se requería la obra de sostenimiento, además de ignorar las líneas eléctricas existentes al lado derecho de la vía. Esta respuesta dejó al privado sin la información técnica esencial, obligándolo a solicitar una reconsideración y reiterar la necesidad de la estructura de contención para la seguridad del talud.

En segundo lugar, se detectó una irregularidad crítica en la gestión de materiales. El consorcio solicitó la autorización para usar la Cantera N° 1 (progresiva 6+700), propuesta en el expediente técnico, pero su especialista ambiental determinó que esta se encontraba sobreexplotada, con presencia de material de descarte y calificada como un pasivo ambiental, haciendo su uso técnica y legalmente inviable. 

A pesar de las advertencias del inspector y del residente de obra sobre la inviabilidad, la absolución del proyectista resultó ser ambigua, sin ofrecer una respuesta precisa y fundamentada sobre la cantera agotada. La unidad de control advierte que la falta de una respuesta oportuna y precisa sobre el material ha expuesto los trabajos ya ejecutados a nivel de subrasante a las condiciones atmosféricas. 

Esta situación incumple la normativa técnica, que exige colocar de inmediato las capas de sub-base y base una vez terminado el terraplén. Lo que pone en grave riesgo la calidad de lo ya avanzado. Ahora ya sabemos que todo lo malo se origina por la falta de diligencias de la gestión del gobernador Rohel Sánchez.