Por Augusto Santillana. Abogado y analista político
El largo camino que aún le queda por recorrer al pacto que gobierna nuestro país, para hacerse del timonel del Ministerio Público, es terreno pantanoso y minado. Pues, en la línea de sucesión para acceder al cargo de Fiscal de la Nación, Patricia Benavides está en la cuarta casilla.
La Junta Nacional de Justicia (JNJ) ha formalizado de manera express lo que hace tiempo venían buscando, la salida de Delia Espinoza del cargo de Fiscal de la Nación. Esto tras haber declarado fundado el pedido de oficio de una integrante de dicho colegiado, que propuso cautelarmente, suspenderla por seis meses, en tanto se lleva a cabo su proceso disciplinario por supuestamente no acatar las disposiciones de dicho organismo cuando emitió una resolución que decidía un despropósito: reponer a Benavides como Fiscal Suprema y Fiscal de la Nación. Ello, considerando que constitucionalmente, solo la Junta de Fiscales Supremos puede designar al Fiscal de la Nación. Lo que finalmente los obligó a recular y tuvieron que contentarse con que sea repuesta únicamente como Fiscal Suprema.
Como por esa vía no lograron tomar el Ministerio Público, ahora, con la suspensión “cautelar” de Delia Espinoza, están en pos del objetivo. Uno que todavía se mantiene esquivo y el tiempo se les acaba; pues, la efervescencia de la campaña electoral, y los dispares intereses de las bancadas que apoyan el pacto, vienen generando forados entre sus integrantes. Los mismos que quieren ser reelegidos ahora como senadores o diputados, por lo que tienen que congraciarse con sus votantes. Como ya lo hicieron cuando vieron el caudal de protestas que se avecinaban por la abusiva e inconstitucional ley que supuestamente reformaba el sistema de pensiones para para beneficio de las AFPs. La misma que acabaron por desconocer la paternidad de la mal formada criatura legislativa. Y casi al unísono han presentado sendos proyectos de ley para derogar dicha norma; además de aprobar el octavo retiro del fondo previsional.
El gran aliado decisor que pulsa las movidas políticas, se da en el terreno de las redes sociales. Pues ya nadie da credibilidad a los medios tradicionales, que prefieren distraernos con el mundial de desayunos o con el último ampay de Magaly o el nuevo director técnico interino de la selección nacional. La juventud indignada ha despertado, quiere demostrar que no es indiferente a los problemas nucleares del país y se vienen autoconvocando para participar de masivas protestas a nivel nacional. Y vemos cómo vienen teniendo eco para poner aun más nerviosos a más de un congresista asiduo al poder. Las movilizaciones han sido bautizadas como la marcha de la Generación Z, un movimiento que busca sacudir el orden político y ser el punto de quiebre para el gobierno a través de su expresión de rebeldía y la fuerza de una juventud cansada de la corrupción y la impunidad.
Y como ya lo venían advirtiendo, si se concretaba la expectorada de la Fiscal de la Nación, el reclamo ciudadano, se iba a incrementar considerablemente. Por lo que, es de avisorar más ánimos caldeados por las calles de Lima y provincias por jóvenes aunados a los transportistas y gremios laborales que han visto en Delia Espinoza, a una mujer corajuda y muy inteligente en la defensa de la legalidad y su lucha contra la corrupción.
Ahora, al haber sido suspendida del cargo; un integrante de la Junta de Fiscales Supremos tendrá que tomar interinamente la posta. En situaciones en las que el Fiscal de la Nación elegido por la Junta de Fiscales Supremos no pueda ejercer el cargo, como cuando viaja al extranjero o es suspendido, lo reemplaza el fiscal supremo decano.
Y, en esa línea de sucesión definida por la antigüedad en la designación de dicho cargo como fiscal supremo, Pablo Sánchez es el llamado a asumir de manera interina el cargo de Fiscal de la Nación. En caso de declinar, le toca asumir a Zoraida Ávalos, la segunda fiscal suprema de mayor antigüedad en el Ministerio Público, pero que no es del perfil que desea el pacto. Si declina la doctora Ávalos, habilitaría que Tomás Gálvez asuma temporalmente la máxima autoridad del Ministerio Público. La fiscal suprema Patricia Benavides, investigada por presunta organización criminal, es la cuarta en la línea de sucesión.
Tendrían que declinar Pablo Sánchez, Zoraida Ávalos y Tomás Gálvez para que Benavides recién pueda asumir interinamente el cargo de Fiscal de la Nación. Todo avisora que por la coyuntura y el escaso tiempo que le queda al pacto, la Fiscalía de la Nación será un “hueso duro de matar”.