Por Sarko Medina Hinojosa
Un cuerpo celeste llegó a las proximidades del Sistema Solar, lo suficiente para alertarnos.
Estaba cubierto por material de cometa, pero era una nave muerta.
Las alarmas se dieron cuando ingresó en el rango cercano del Telescopio Copérnico, heredero del legendario James Webb, que completaba su décimo año de funcionamiento avanzado y con el Observatorio Espacial Newton iniciando sus funciones de prueba en el punto de Lagrange L2, las evidencias eran irrefutables: era un artefacto creado, no natural, con una longitud aproximada de 800 metros y composición de aleaciones desconocidas bajo metro y medio de hielo cósmico, todos se alarmaron y se idearon planes de destrucción, defensa y evacuación masiva, pero luego tras varias sondas de reconocimiento se confirmó que no representaba peligro. Era una nave cuyo manejo estaba a cargo de una entidad entre biológica y robótica, un híbrido cuya misión aparente era seguir su camino hacia Proxima Centauri b, específicamente hacia el exoplaneta que orbita en la zona habitable a 4.24 años luz de distancia. Un mensaje para nosotros en específico, daba cuenta que estaba de paso. Se pudo interpretar así el mensaje, ante la repregunta de cómo logró conocer nuestros idiomas, ya que fueron en varios que se comunicó, explicó que ondas radiales fueron las que le dieron conocimiento sobre nosotros.
Obviamente la entidad que seguía manejando la nave no dio mayores datos, así que se infirieron por la trayectoria calculada y también porque poderosas IAs militares del Comando Espacial tomaron la responsabilidad de hacer los cálculos y generar las propuestas sobre las motivaciones de una nave que llevaba viajando aproximadamente 12,000 años terrestres, mucho más tiempo que la propia vida de sus integrantes originales.
Una de las IAs advirtió que posiblemente llevara material genético criopreservado de las formas de vida orgánicas inteligentes que habían construido la nave, la civilización que lanzó esta arca hacia las estrellas, pero también se infirió que la nave, si bien podría tener ese objetivo de colonización adaptativa, actualmente no representaba un peligro debido a que la composición atmosférica de nuestro planeta hacía inviable su proceso de bioformación planetaria, ya que requerían una atmósfera con 12% de metano y 0.8% de oxígeno. Esa información, obvio, es clasificada.
El Departamento de Defensa había lanzado sondas de exploración del visitante las cuales habían logrado proporcionar los datos suficientes para decir públicamente que no representaba una amenaza inmediata, la nave iba a pasar a 0.3 unidades astronómicas de la Tierra pero sí iba a ejecutar una maniobra de asistencia gravitacional alrededor del Sol para incrementar su velocidad de 0.15c a 0.18c ya que así conservaba su constante viajar aprovechando la poderosa gravedad de los astros que se iba encontrando en su camino milenario hacia el mismo destino que la humanidad había identificado como candidato viable para el Project Genesis. Clasificación R en temas de seguridad.
El último día en que se podía visualizar con instrumentos ópticos desde la Tierra, observatorios de todo el planeta registraron la nave alejándose hacia su destino, lo que las poblaciones civiles no sabían y solo algunos científicos del Pentágono y generales del Comando Espacial tuvieron acceso a esa información clasificada, como yo y que ahora te explico (ya que será tu deber salvaguardar esta información debido a tu reciente ascenso como consultor de seguridad, grado R), es que adherida al casco de esa nave viaja una sonda de fabricación conjunta entre China y Estados Unidos, modelo Hermes-VII que acompaña en su viaje interestelar a este visitante. Lleva drones y robots de exploración avanzados y una bomba nuclear capaz de eliminar por completo a la nave que lo lleva como polizonte si la IA a bordo determina que significan un peligro para nosotros si se aposentan en el planeta de manera definitiva.
¿Por qué?, por los recursos que pudieran encontrar en Proxima b, por la posibilidad de un mundo al cual expandirnos antes que ellos, por la gloria conquistadora de la humanidad que no puede tolerar que una civilización extinta llegue primero al paraíso que nosotros ya habíamos reclamado en nuestros sueños de expansión universal. Si te preguntas es por eso. Ahora termina de firmar aquí y aquí.