Unsa no paga servicios de editor de investigación

Claudio André Zúñiga Najar, editor de la revista académica Disciplinares, trabajó casi un año en la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA). Sin embargo, cuando continuó sus funciones entre enero y junio de 2024, la casa de estudios se negó a reconocerle seis meses de labores, lo que representa una deuda de 15 mil soles. Mientras el editor asegura contar con constancias y correos que acreditan su trabajo, las autoridades del Instituto de Investigaciones Sociales alegan que no hubo contrato válido y que el desacuerdo en el monto impidió el trámite.

El editor ingresó a la universidad en septiembre de 2023 mediante una convocatoria del Instituto de Investigaciones Sociales para publicar y difundir la mencionada revista. En un primer momento, su incorporación se dio bajo la figura de “eficacia anticipada”. Es decir, prestó servicios sin vínculo contractual debido a la urgencia de su participación. Posteriormente, su orden de servicio fue regularizada y se le canceló 7,500 soles por los primeros meses. 

Desconocen su trabajo 

El conflicto surgió en enero de 2024, cuando Zúñiga prolongó sus servicios hasta junio sin que se le reconocieran honorarios. El denunciante sostiene que la directora del Instituto de Investigaciones Sociales, Roxana Yolanda Castillo Acobo, se comprometió a regularizar sus pagos como ocurrió el año anterior, pero este compromiso nunca se cumplió.

Roxana Castillo aceptó que Claudio Zúñiga trabajó, pero el problema se provocó debido a un desacuerdo en el sueldo.

El editor afirma tener pruebas de su labor en este periodo, entre ellas constancias firmadas por la propia directora —que además cumplía la labor de ser su jefa inmediata— y correos electrónicos que evidencian coordinación con investigadores nacionales e internacionales. Estos documentos, según explica, avalan la continuidad de su trabajo en la difusión y edición de la revista.

No obstante, la UNSA sostiene otra versión. La doctora Roxana Castillo reconoció a Revelación.pe que Zúñiga Najar sí elaboró trabajos para el Vicerrectorado de Investigación, pero descartó que se hubiera fijado un monto desde el inicio por sus honorarios. “Bueno, no se le ha pagado, se ha tramitado hasta en tres oportunidades, pero ya la última que tenía que haberse presentado señaló no estar de acuerdo con el monto. Difícilmente la oficina de Logística y el director de investigación pueden generar una orden de servicio”, explicó.

Castillo indicó además que se le propuso un pago menor. “Sí le habíamos propuesto cancelarle seis mil, pero él quería quince mil soles. Pero el contrato inicial, la promesa inicial, no tenía ningún monto porque nosotros fuimos a Logística, y ahí le señalaron que no era como él esperaba”, sostuvo.

Lo felicitaban

En esa misma línea, la funcionaria sostuvo que el editor no concluyó satisfactoriamente con todas sus funciones durante los últimos meses porque la modalidad de sus servicios era remota. Vale recalcar que nunca se emitió un memorándum por incumplimiento, por el contrario, la mencionada continúo otorgándole constancias de trabajo por desempeñar sus funciones con “profesionalismo, dedicación y eficiencia”.

“En los últimos meses, enero, febrero y marzo, sí trabajó, pero en abril, mayo y junio no ha trabajado igual. Ha habido descuido. Entonces yo tampoco puedo hacer un informe señalando que el señor cumplió”, declaró Castillo a este medio, quien dejó entrever que el problema radicó en la negativa del editor a aceptar el monto ofrecido. 

Por su parte, Zúñiga niega que se le haya planteado formalmente una suma distinta a la que corresponde por los meses laborados. Ante el desconocimiento de la casa superior de estudios, el editor de investigación informó que agotará la vía administrativa y posteriormente acudirá a instancias judiciales para reclamar el pago que considera justo por los meses de servicios prestados.