La Municipalidad Provincial de Arequipa decidió rendir tributo en vida a Everardo Zapata Santillana, el maestro que transformó la enseñanza de la lectura en el mundo hispano con su método “Coquito”. Su retrato ya forma parte de la Galería de Arequipeños Ilustres del Museo Histórico Municipal, donde también figuran nombres de la talla de Mario Vargas Llosa. El reconocimiento, aprobado por unanimidad en el Concejo Municipal, rompe con la tradición de honrar solo a personajes fallecidos, y coloca al educador de 99 años como un símbolo viviente de la pedagogía peruana.
La ceremonia, cargada de emoción, reunió a autoridades municipales, regidores y representantes del ámbito cultural y académico. Entre aplausos y gestos de admiración, se develó el retrato de Zapata Santillana en la galería que reconoce a quienes han marcado la historia arequipeña. El alcalde provincial destacó que este homenaje no solo honra a un hombre, sino a una obra que cambió el destino de millones de peruanos que aprendieron a leer gracias a “Coquito”.
La propuesta de incorporación se presentó en 2023 por Franklin Percy Murguía Huillca, quien reunió el respaldo de instituciones educativas y culturales de diversas provincias. El expediente resaltó el carácter único del método “Coquito”, cuya vigencia, a pesar de los avances tecnológicos, ha resistido el paso del tiempo y sigue siendo una herramienta clave en la alfabetización. Los regidores aprobaron por unanimidad la distinción, argumentando que figuras de talla nacional merecen romper el protocolo, tal como ocurrió en su momento con Mario Vargas Llosa y los hermanos Dávalos.
Zapata Santillana, nacido en Cocachacra en 1926, inició su camino como maestro en Punta de Bombón antes de trasladarse a Arequipa. Frente a la rigidez de los métodos tradicionales, creó en 1955 un sistema propio que priorizaba la cercanía, la simplicidad y la efectividad. El resultado fue “Coquito”, un libro que cruzó fronteras y que hasta hoy ha alfabetizado a más de 40 millones de niños en 15 países de habla hispana. Su legado fue recientemente declarado Patrimonio Cultural de la Nación, consolidando su lugar en la memoria educativa del Perú.
Hoy, a punto de cumplir un siglo de vida, el maestro sigue siendo un referente indiscutible. Sus distinciones incluyen las Palmas Magisteriales en grado de Amauta, la Medalla de Oro y el título de Hijo Predilecto de Arequipa. Sin embargo, este homenaje tiene un matiz especial: lo coloca al mismo nivel que los grandes personajes históricos de la región, pero con la diferencia de que puede presenciarlo en vida. Un gesto que transforma a la galería en un espacio de gratitud y justicia histórica hacia uno de los educadores más influyentes de Latinoamérica.