La ileña Doménica Crose Guzmán, de 16 años, sueña con colgarse una medalla olímpica en atletismo y motivos no le faltan: ha sido campeona nacional en esta disciplina por cuatro años consecutivos y también logró el título de campeona sudamericana. Ha obtenido innumerables medallas en su corta trayectoria, a pesar de que su ciudad no cuenta con una pista atlética.
El entrenador de Doménica es su hermano Giorgio, de 27 años, quien la ha visto crecer y dar sus primeros pasos en el deporte. Desde los 6 años de edad, ella acompañaba a sus dos hermanos mayores a sus entrenamientos de atletismo, imitándolos y aprendiendo. Su padre también fue deportista en su juventud.
A partir de los 9 años, comenzó a participar en competencias oficiales y no tardó en ganar medallas. Sus últimas cuatro preseas de oro las obtuvo este año, en los campeonatos nacionales U-18 y U-23, en sus dos especialidades: los cien metros con vallas y el salto largo.
Sin pista atlética reglamentaria
Doménica entrena de lunes a sábado por las tardes en la cancha deportiva del colegio Américo Garibaldi, donde cursa el quinto año de secundaria, en su natal Ilo. Aunque la pista atlética del centro educativo no cumple con las medidas reglamentarias, cuenta con el tartán, la superficie sintética necesaria para la práctica del atletismo.
Su hermano y entrenador refiere que, si bien no cuentan con el mejor mobiliario, no tienen problemas con el resto de los materiales necesarios para el entrenamiento, ya que procuran adaptarse.
En la actualidad, Ilo carece de una pista atlética reglamentaria, pues la que existe en el estadio Mariscal Nieto es de tierra. La Municipalidad Provincial de Ilo viene construyendo una Villa Olímpica en la zona de la Pampa Inalámbrica, con el objetivo de que se convierta en un semillero de deportistas. Se estima que la obra culminará este año.
Doménica cree que la entrega de una pista atlética será un gran aporte para el desarrollo del deporte en su ciudad. Entrena a diario junto a otros adolescentes y ve en los más jóvenes la misma ilusión que ella tenía en sus inicios. Aún recuerda con entusiasmo el momento en que le dijeron que formaría parte de la selección peruana.
“Fue una sorpresa. Veníamos de una etapa difícil con la pandemia. Había dejado de entrenar y al volver me propuse como primera meta clasificar a un Sudamericano. Pude clasificar y sentí que cumplía un sueño que tenía desde pequeña”, relata emocionada.

En busca de mayores metas
Doménica recuerda que se inició en el atletismo practicando el salto largo y luego pasó a las vallas, una disciplina aún más exigente donde la prueba dura apenas un minuto y no hay más que un intento para ganar o fallar. Las vallas se han convertido en su mayor desafío y, a la vez, en su pasión.
“Me gusta exigirme, tener la incógnita de cómo me irá y ver el resultado de todo mi esfuerzo al final de cada prueba. En las vallas cada detalle cuenta. Solo si partes mal, has echado a perder toda la prueba”, explica la joven promesa.
Giorgio destaca que Doménica, además de talento, tiene consistencia, perseverancia y responsabilidad. La ha visto mejorar año a año en sus marcas y considera que posee las condiciones para convertirse en una atleta olímpica.
Una meta que Doménica también desea alcanzar, aunque, por ahora, su objetivo más inmediato es competir en los Juegos Panamericanos, el mayor evento deportivo internacional donde participan atletas de América cada cuatro años.
A pesar de su apretada agenda, entre entrenamientos, colegio y viajes a Lima y el extranjero, Doménica también disfruta de actividades propias de su edad, como bailar. Además, en el futuro desea estudiar la carrera de Psicología. El atletismo le ha enseñado que toda meta requiere de tiempo, esfuerzo y paciencia; por eso, ella está dispuesta a dar todo de sí para alcanzar sus objetivos.
DATO
La última competencia de Doménica fue a finales de julio en el Iberoamericano de Asunción (Paraguay), donde alcanzó el cuarto lugar en salto largo y el sexto lugar en vallas.
A fines de agosto, Doménica Crose participará en los Juegos Escolares, organizados por el Ministerio de Educación, y en septiembre participará en el Campeonato Nacional de Atletismo U-20.
Los gastos de sus viajes al extranjero son cubiertos por la Federación Peruana de Atletismo, mientras que los traslados a Lima para competencias nacionales deben ser costeados por su familia.