En Arequipa, miles de estudiantes continúan estudiando en aulas dañadas, techos que filtran agua y ambientes improvisados. El seguimiento semestral del Plan Estratégico Institucional 2025 reveló que más de diez obras educativas, catalogadas como de “muy alta prioridad” por la gestión del gobernador Rohel Sánchez, no registran ningún avance físico ni financiero. Entre trabas legales, demoras administrativas y falta de decisión política, las promesas se acumulan mientras el año escolar se agota.
Puras promesas

El caso más visible es el del Colegio de Alto Rendimiento (COAR) de Majes, en Caylloma. Aunque el Ministerio de Educación construirá la sede principal, el Gobierno Regional asumió la instalación de servicios básicos. Sin embargo, el terreno entregado por Autodema en Bello Horizonte carece de saneamiento físico-legal, requisito indispensable para iniciar cualquier obra. ProInversión estima que recién en noviembre podría lanzarse la convocatoria bajo la modalidad de obras por impuestos.
En Jacobo Hunter, la IE República Federal de Alemania sufre un abandono prolongado. Con más de 60 años de funcionamiento, sus instalaciones se encuentran deterioradas y las lluvias del último verano agravaron los daños. En julio, padres de familia organizaron un plantón para exigir el inicio de obras. Aunque el proyecto cuenta con presupuesto, no hay fecha programada para su ejecución, lo que alimenta el malestar vecinal.
Más grave aún es la situación en Huaynacotas, provincia de La Unión, donde la I.E. 40542 anexo Huarcaya no tiene ni terreno definido. El alcalde distrital, Camilo Rodríguez, señaló que el espacio previsto estaba demasiado cerca de bofedales, lo que detuvo la elaboración del expediente técnico. Mientras tanto, los escolares soportan temperaturas bajo cero en aulas precarias.
Más colegios sin avance

La lista de proyectos inconclusos incluye también el Jardín Inicial de Achoma, la IE Túpac Amaru II de Ichupampa y la IE 40391 de Madrigal, todas en Caylloma; la IE Chala Sur en Caravelí; la IE Juan Luis Soto Motta en Pampamarca (La Unión); la IE Tomás Guzmán Gómez en Alto Selva Alegre; y la IE Carlos La Fuente Larrauri en Huanca. Todos fueron catalogados como de “muy alta prioridad” por el propio GRA.
Los retrasos no solo se deben a problemas de terrenos o expedientes. Funcionarios del sector reconocen, bajo reserva, que existen trabas internas en el Gobierno Regional por disputas entre oficinas técnicas y falta de coordinación con municipios. En algunos casos, los proyectos permanecen estancados en procesos de licitación sin fecha de resolución.
Mientras tanto, la brecha de infraestructura educativa en Arequipa se amplía. Según cifras del Ministerio de Educación, más del 40% de colegios en la región presenta deficiencias graves, desde techos en mal estado hasta ausencia de servicios básicos. La demora en ejecutar obras priorizadas agrava una situación que ya era crítica.
Las comunidades afectadas reclaman que se actúe con la misma celeridad con la que se anunciaron los proyectos. “Lo declararon prioridad regional, pero parece que para ellos la prioridad puede esperar”, lamenta un dirigente de Jacobo Hunter. Entre el papeleo y la inacción, miles de niños inician cada día sus clases en condiciones que contradicen los discursos del gobernador Sánchez sobre calidad educativa.