Rusia tiembla: sismo de 8,7 despierta alerta global


La tierra rugió bajo los pies de Petropávlovsk-Kamchatski la mañana del miércoles, cuando un terremoto de magnitud 8,7 sacudió violentamente esta ciudad rusa. Con una profundidad de apenas 19,3 kilómetros, el sismo desató una alerta de tsunami que se extiende más allá de las fronteras rusas, alcanzando a Japón, Alaska, Guam y Hawaii. Las autoridades locales informaron daños materiales, pero no víctimas fatales, mientras se mantiene la alerta por posibles réplicas.

La tranquilidad habitual de la península de Kamchatka se interrumpió por uno de los movimientos sísmicos más intensos de las últimas décadas. A las 10:24 a. m., hora local, un violento temblor sacudió el suelo con tal fuerza que provocó el colapso parcial de edificios. Tales como un jardín infantil cuya pared cedió sin causar heridos. En supermercados, los productos rodaron por los pasillos y las alarmas de vehículos se activaron espontáneamente, en medio de gritos y confusión.

El origen superficial del sismo, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), hizo que se sintiera con mayor crudeza. Mientras los ciudadanos buscaban resguardo, las autoridades rusas emitieron de inmediato una alerta de tsunami para sus costas del Pacífico. En cuestión de minutos, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico expandió el aviso a otras zonas del hemisferio. Esto incluyó Japón, Alaska, Guam y Hawaii, con la advertencia de olas peligrosas de hasta cuatro metros.

En Japón, la agencia meteorológica activó sus sistemas de emergencia, alertando sobre posibles olas de hasta un metro. Estados Unidos, por su parte, puso en vigilancia a sus estados costeros del Pacífico. Mientras que países como Chile y México siguen evaluando el impacto potencial con apoyo del Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC). En Perú, la Marina de Guerra descartó riesgo inmediato, aunque mantiene el monitoreo constante.

El terremoto no solo evidenció la fragilidad de la infraestructura en zonas sísmicas, sino también la urgencia de fortalecer los sistemas de alerta y prevención en países vulnerables. En medio de un escenario geopolítico tenso, este evento natural vuelve a recordar que la Tierra no distingue fronteras ni calendarios. Las próximas horas serán cruciales para determinar el impacto total del fenómeno en las regiones afectadas.