Lo que comenzó como una tarde cualquiera en el corazón corporativo de Nueva York terminó en minutos bajo el estruendo de las sirenas y el eco de los disparos. Un tiroteo en el edificio de oficinas ubicado en el 345 de Park Avenue desató el pánico en Midtown Manhattan. El atacante, cuya identidad aún no se ha revelado, murió en el acto. Mientras que un agente de policía y al menos dos civiles sufrieron heridas de bala. Las autoridades aseguraron que la situación ya está bajo control, aunque el cerco policial y el temor entre empleados y transeúntes continúa presente.
El reloj marcaba las 18:30 cuando la llamada de emergencia movilizó a efectivos de la Policía de Nueva York y unidades del Departamento de Bomberos. Dentro del edificio, que alberga oficinas de la NFL, JPMorgan Chase y KPMG, se escucharon disparos que paralizaron a empleados y visitantes por igual. Varios testigos relataron escenas de confusión y miedo. Gente corriendo por los pasillos, gritos, puertas cerrándose con rapidez y un denso silencio cortado por ráfagas de sirenas.
Los testigos más cercanos a la escena hablaron de “una respuesta inmediata pero caótica”. En videos captados por reporteros de FOX 5 NY, se observa a oficiales armados ingresando al inmueble y auxiliando a una persona herida en el vestíbulo. Otro clip muestra a paramédicos atendiendo a un segundo herido frente a la entrada principal. Mientras el tráfico quedaba completamente detenido y las estaciones de metro cercanas desviaban su servicio.
La comisionada de policía, Jessica Tisch, confirmó que “el tirador fue neutralizado”, sin embargo, las autoridades mantienen abierta una investigación para determinar el móvil del ataque. Hasta ahora, no se ha confirmado si se trató de un incidente dirigido o un acto aleatorio de violencia. La zona, una de las más transitadas por ejecutivos y turistas, permanece acordonada bajo estricta vigilancia.
El alcalde Eric Adams pidió a los neoyorquinos mantenerse alejados del perímetro mientras se desarrollan las pesquisas. A pesar del caos inicial, la rápida intervención evitó una tragedia mayor. La ciudad, sin embargo, vuelve a enfrentar una dolorosa pregunta: ¿cómo un hombre armado logró irrumpir en uno de los edificios más vigilados de Manhattan?




