Escribe: Vanessa Salazar
Astróloga
Para el filósofo e historiador, Michel Foucault, el poder se ejerce en todas las direcciones, es inestable y al ser una disputa constante, se ejercen alianzas; para garantizar cierto grado de estabilidad. Sin embargo, esa estabilidad, no dura mucho tiempo; pues el poder no se transmite, se ejerce. Porque el poder es una relación en sí, donde siempre habrá desigualdad. De ahí que, como los seres humanos siempre nos estamos relacionando, el poder está omnipresente en todos los campos de la realidad.
En consecuencia, el poder no es malo, ni bueno. Es el hombre; quien ejerciendo su poder le añade una cualidad. Por ejemplo, el presupuesto abstracto del poder político es el bien común.
Sin embargo, avocándonos al ámbito del poder político, a lo largo de la historia ha quedado demostrado que el hambre de poder, ha convertido al hombre en una máquina del abuso del poder, violando diversos criterios éticos y jurídicos. Retrocediendo miles de años, las autoridades romanas de Judea, en forma arbitraria, decidieron crucificar a Jesús, por ser un personaje subversivo y peligroso; que representaba la posibilidad de la conquista de la libertad de pueblo judío y aquella posibilidad debía ser inmediatamente suprimida. Es decir, tuvieron miedo de perder su poder.
En el caso de Plutón, para la Astrología, es aquel que representa al concepto de poder. Cumple la función en nuestra psique de liberar energía retenida, de destruir, de transformar, significa abuso, dolor, crisis. Pero también integra la sombra, impulsa a seguir adelante, al deshacerse de formas viejas, es un catalizador de transformación y produce cambios muy profundos.
Desde el punto de vista astrológico, todos tenemos a Plutón en un área determinada de nuestra Carta Natal. Sin embargo, hay puntos matemáticos delicados en toda Carta Natal, como lo es el Medio Cielo. Cuando Plutón, hace contacto desarmónico (conjunción) con este punto matemático, vemos ambición de poder; ya sea político, social o económico. Como con Vladimir Putin —presidente de Rusia—; quien tenía a Plutón en Leo en el grado 22 y su Medio Cielo en el grado 21 del mismo signo, o Heinrich Himmler, otrora Jefe de la Policía Nazi, con Plutón en el grado 9 de Sagitario, en conjunción su Medio Cielo en el grado 6 del mismo signo. El área de la vida, donde está Plutón siempre generará tensión, el Medio Cielo, nos habla del propósito de vida, ahí se exponen nuestras ambiciones, nuestro sentido más profundo del éxito.
Sin embargo, como el hombre; es quien finalmente ejerce la cualidad del poder (Plutón); en su vida, es su potestad, el camino a elegir. Como lo hizo, Barack Obama; a quien, en 1995, Plutón transitaba por su Medio Cielo; mismo año en que comenzó a dar pasos para convertirse en político y al año siguiente, fue electo como Senador y posteriormente, fue el primer presidente afroamericano de Estados Unidos.
En definitiva, Plutón es una palanca —en la psique— de ambición, que puede llevarnos a la historia; para bien o para mal. Las historias de éxito o fracaso, las formamos nosotros con nuestras decisiones. Como lo hemos visto—sin ir muy lejos—, en nuestro ex Gobernador Regional preso. ¿A caso, la mayoría de los políticos tienen sesgada la función psicológica de Plutón?.
