Teherán decidió reanudar su programa de enriquecimiento de uranio. Esto a pesar de los bombardeos lanzados por Estados Unidos el 22 de junio contra sus instalaciones nucleares. Así lo confirmó el canciller iraní Abás Araqchi, quien defendió el programa como un logro científico y símbolo de orgullo nacional. En respuesta, Donald Trump amenazó con más ataques si Irán continúa con su avance nuclear. Al tiempo que calificó de «muy severos» los daños causados por los operativos militares estadounidenses.
El canciller iraní, en una entrevista con Fox News, afirmó que el programa nuclear no puede detenerse únicamente por los daños materiales sufridos. «No renunciaremos al enriquecimiento. Es un derecho y una conquista de nuestros científicos», afirmó Araqchi. Las declaraciones se produjeron días después de los ataques estadounidenses que impactaron en las instalaciones subterráneas de Fordo y las centrales de Isfahán y Natanz.
Donald Trump, por su parte, aseguró que los bombardeos destruyeron completamente los centros de desarrollo nuclear iraníes. Y advirtió que “lo harán de nuevo” si Teherán insiste en mantener activo el programa. El exmandatario subrayó que su objetivo es impedir que Irán adquiera armas nucleares. Aunque desde Teherán insisten en que su proyecto tiene fines pacíficos y está dentro de sus derechos soberanos.
Araqchi reveló que Irán retomará las conversaciones con Francia, Alemania y Reino Unido en Estambul. Aunque se mostró abierto a permitir inspecciones del OIEA, aclaró que serán evaluadas caso por caso. En paralelo, el gobierno iraní envió cartas al Consejo de Seguridad de la ONU cuestionando la legitimidad del E3 para imponer sanciones.
El conflicto nuclear se reaviva tras la reciente guerra de doce días con Israel, que terminó el 24 de junio. Desde entonces, las capitales europeas advierten que activarán el “snapback” si no hay avances. Irán, en cambio, sostiene que no cederá a presiones externas y que las negociaciones solo prosperarán si se respeta su derecho al enriquecimiento.