La región Arequipa se encuentra sitiada desde hace 10 días por mineros artesanales que no dan su brazo a torcer ante el gobierno de la presidenta Dina Boluarte. Los bloqueos persisten y se intensifican, agudizando la grave crisis social y económica. Aunque todavía no hay intención de resolver el conflicto porque en el Ejecutivo duermen el sueño de los justos.
En el puente de Ocoña, en la provincia de Camaná, cerca de dos mil mineros provenientes de Río Grande (Condesuyos) se sumaron a la gesta, exigiendo la ampliación del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo). Esto tras el rechazo de la denominada Ley Mape por parte de la Comisión de Energía y Minas del Congreso de la República.
Mineros en las calles

La medida de fuerza congregó a un promedio de 10 mil mineros de distintas provincias, lo que ocasionó una paralización casi total del tránsito en la carretera Panamericana Sur. A lo largo de 13 kilómetros, decenas de vehículos, entre buses, camiones y autos particulares, permanecen varados sin poder avanzar. Están a la espera de una tregua de los manifestantes o la intervención de las autoridades.
La situación se recrudece ante la limitada presencia policial. En el puente de Ocoña, solo se desplegó un contingente de 90 agentes. Estos tienen como misión evitar desmanes, pero no cuentan con el respaldo logístico necesario para liberar las vías. Según informó el coronel PNP Fernando Portugal Huanqui, jefe de la División Policial de Camaná, se logró un acuerdo parcial que permite el paso de vehículos por lapsos de dos horas.

“El contingente policial que está presente es con el único propósito de evitar desmanes y enfrentamientos. Tenemos una cola de vehículos de 13 kilómetros, estamos colocando personal policial cada kilómetro y medio. La tregua es actual, no se sabe qué podría pasar mañana. Es un problema bastante complicado, a mí lo único que me queda es expresar que mantengan la calma”, declaró el alto mando policial a Revelación.pe que llegó a la zona.
En otras zonas de la región, como el kilómetro 921 de la Panamericana Sur, a la altura del ingreso al El Pedregal (zona de Alto Siguas), también se reportaron bloqueos. En este punto se registró la interrupción del tránsito y escasa presencia policial. Después del mediodía, manifestantes liberaron parcialmente la vía por una hora, pero luego se restringió en su totalidad.
Ganaderos en crisis

El impacto económico de la huelga ya empieza a sentirse con más fuerza. Sucede que las empresas Gloria y Laive informaron a través de comunicados oficiales que, debido al bloqueo de vías, se suspenderá desde el jueves 10 de julio el acopio de leche en Arequipa. “Nos encontramos en una situación crítica que afecta nuestras operaciones logísticas y de producción”, indicaron.
Según datos de la Gerencia Regional de Agricultura, alrededor de 19 mil ganaderos producen leche en la región. Solo en la cuenca lechera de Majes se producen diariamente unos 700 mil litros, los cuales ahora corren el riesgo de perderse. Esto supondría un perjuicio económico de al menos un millón 200 mil soles al día para 1500 ganaderos locales.
«Nos vamos a descapitalizar a razón de un millón 200 mil soles diarios. Esto es un golpe muy grande. Ya sufrimos algo parecido a fines del año 2022 e inicios de 2023, cuando también hubo interrupciones. Estos golpes van a ir mermando en la producción de un alimento básico para el Perú. Arequipa era el primer producto de leche y ahora estamos perdiendo competitividad y capacidad de producción», declaró Carlos Lozada García, presidente de la Asociación de Ganaderos Lecheros del Perú
Transportistas en jaque

A su vez, el Sindicato de Choferes Camioneros de Arequipa ofreció una conferencia de prensa en la que denunció las consecuencias de los bloqueos. Cientos de vehículos de carga permanecen detenidos, mientras que los alimentos perecibles empiezan a malograrse. Teófilo Sánchez, presidente del gremio, cuestionó duramente la falta de acciones del Gobierno y advirtió de pérdidas millonarias.
Otro efecto directo de esta convulsión social es la escasez de gas GLP en la ciudad de Arequipa. Isidro Flores, presidente de la Central Regional de Empresas y Asociaciones de Taxi (CREAT), indicó que más de 25 mil taxistas sufren el impacto directo de las protestas. Los dirigentes del transporte también hicieron un llamado al Ejecutivo y al Congreso para instalar una mesa de diálogo inmediata con los gremios mineros.
“Los precios han subido, tenemos que buscar dónde hay combustible. Esta situación podría generar un estallido social. No queremos represión ni violencia. Solo pedimos que se nos escuche y se encuentre una salida consensuada a esta crisis”, manifestó Isidro Flores durante la rueda de prensa.
Desde los mercados mayoristas, como el de Río Seco, también se alzaron voces de preocupación. Los comerciantes señalan que sus pérdidas diarias ascienden a miles de soles, debido al bajo movimiento comercial y la ausencia de productos que provienen del norte del país.
En ese sentido, también se dirigieron a los manifestantes, exhortándolos a replantear sus métodos de protesta. “Señores mineros, entendemos su lucha, pero no pueden bloquear la Panamericana. Hay formas de exigir sin perjudicar a toda la región”, expresó el presidente de la Plataforma Comercial de Río Seco, Cristóbal Huallapa.
Inacción del GRA

Y mientras Arequipa sigue aislada por el paro indefinido de mineros informales, el gobernador Rohel Sánchez evita pronunciarse sobre la crisis. Este miércoles, durante la ceremonia de colocación de la primera piedra de la nueva infraestructura de la I.E. 40201 Técnico Agropecuario La Colina, en Majes, el mandatario regional fue increpado por pobladores que intentaron dialogar con él sobre obras pendientes y la problemática actual.
La autoridad regional esquivó el tema y se limitó a destacar los S/17 millones destinados a la obra educativa. Sin embargo, su silencio sobre el paro minero encendió los ánimos de la población, que terminó abucheándolo con gritos de “¡fuera!”, “¡traidor!” y “¡mentiroso!”. Mientras su personal de seguridad evitaba el contacto con madres de familia y periodistas. Pese a las severas consecuencias sociales y económicas del paro, hasta el momento el gobernador no ha asumido un rol activo ni ha intercedido ante el Gobierno central, generando molestia en diversos sectores..
La falta de una respuesta articulada del Estado, la presión de los gremios mineros y el creciente descontento de otros sectores configuran un panorama complejo en el sur del país. Mientras no se instale una mesa de diálogo efectiva, los bloqueos continuarán afectando a miles de personas y generando pérdidas millonarias. La incertidumbre persiste. Las autoridades locales y regionales, hasta el momento, no han logrado gestionar una salida eficaz a la crisis. En tanto, los manifestantes advierten que seguirán en las carreteras hasta que el Gobierno acceda a sus demandas.