El presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, anunció ante el Congreso que el Gobierno evalúa enviar a reos extranjeros de alta peligrosidad a la cárcel de máxima seguridad de El Salvador, conocida como CECOT. La propuesta forma parte de una estrategia para frenar el crimen organizado que opera desde los penales peruanos y descongestionar el sistema carcelario.

El CECOT, promovido por el presidente Nayib Bukele, alberga a 40 mil reclusos y organismos de derechos humanos lo cuestionan. Aún no existe un acuerdo formal, pero se plantea como una posibilidad si resulta viable para ambas partes.

Arana, exministro de Justicia, explicó que la intención es desarticular redes delictivas que siguen operando desde prisión. “El Perú no permitirá que sus cárceles sean plataformas del crimen”, dijo durante su presentación para solicitar el voto de confianza al Gabinete. La propuesta se limitaría exclusivamente a reos extranjeros condenados en Perú.

La idea ya había sido planteada la semana pasada por la congresista Katy Ugarte mediante un proyecto de ley. Sin embargo, el Ejecutivo solo contempla la medida como parte de una cooperación internacional en evaluación. Desde la oposición, el congresista Alejandro Aguinaga criticó la iniciativa por considerar que el enfoque debería centrarse en fortalecer el sistema penitenciario nacional.

En El Salvador, el gobierno aún no se ha pronunciado oficialmente. Según la periodista Nery Mabel Reyes, algunos especialistas creen que el régimen de Bukele podría aceptar la propuesta si incluye un beneficio económico. Ya existe un antecedente con Estados Unidos, que paga más de 200 dólares diarios por cada preso enviado a cárceles salvadoreñas.

De replicarse ese modelo, el Estado peruano tendría que asumir un costo anual de hasta 73 mil dólares por interno. A pesar de los altos costos, el Ejecutivo sostiene que la medida permitiría cortar vínculos entre los presos extranjeros y las bandas criminales que siguen operando desde las cárceles locales.