El principal camal de Arequipa no garantiza condiciones mínimas de salubridad. Así lo advirtió la Contraloría General de la República tras una inspección que reveló fallas en el tratamiento de aguas, ausencia de controles de potabilidad y personal que labora sin certificados de salud. Las observaciones alcanzan directamente al Servicio Municipal de Administración del Matadero Metropolitano de Río Seco, órgano descentralizado de la comuna provincial.
El sistema de cloración del agua usada para el faenado de animales está inoperativo desde diciembre del 2024, y no hay pruebas de laboratorio que demuestren que el agua extraída de pozos y transportada en cisternas sea apta para el consumo. A esto se suman graves deficiencias en el tratamiento de aguas residuales, que solo remueve contaminantes físicos pero no disueltos, como sangre y grasas, las cuales terminan vertidas en el sistema de drenaje público, generando una deuda acumulada de más de S/ 224 mil con Sedapar.
La visita de control también identificó infraestructura deteriorada: corrales improvisados con sillar y madera, pisos desgastados donde se acumula sangre y ausencia de un programa riguroso de limpieza, vigilancia y control de residuos químicos y contaminantes biológicos. Aunque el matadero realiza fumigaciones y desinfecciones, no cuenta con protocolos adecuados para garantizar la inocuidad de la carne y sus derivados.
Una de las alertas más graves tiene que ver con el personal que participa en el faenado, ya que muchos no cuentan con los certificados de salud exigidos por normativa sanitaria. Esto no solo representa una falta administrativa, sino un riesgo directo para la salud pública, al facilitar la contaminación de productos cárnicos que luego se distribuyen en los mercados locales.