El ilustre Colegio de Abogados de Arequipa ya no es símbolo de rectitud, sino que ahora alberga miembros con denuncias e investigaciones de todo tipo. Es el caso del flamante nuevo vicedecano, Elard Agapito Mayta Flores. El letrado es acusado de violencia física y psicológica. Los casos que se le imputan obran en el Poder Judicial y Ministerio Público.
Aunque no es una excepción, ya que hasta el decano John Michael Mesias Romero, afronta una investigación en curso por tocamientos indebidos. E incluso el director secretario Jorge Arturo Alonso Laurel Ponce, denunciado por presuntamente pedir dádivas pecuniarias a cambio de puestos de trabajo en la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA).

Ataque salvaje
La denuncia contra Elar Mayta Flores data del 2019, cuando su exconviviente relató ante las autoridades policiales el drama que le tocó vivir. El parte policial al que accedió Revelación.pe revela que, el 15 de junio, el abogado llegó ebrio a su vivienda y comenzó a agredir a la víctima con patadas, puñetes y jalones de cabello. Incluso, la mujer profirió insultos en presencia de su hija y su madre.
“Él (Elar Mayta) estaba en estado de ebriedad y de frente me empezó a pegar, pateandome y dándome puñetazos en todo mi cuerpo, diciéndome que ya estaba cansado, a ver si ahora me denuncias, denúnciame con ganas (…) a golpes vas a aprender, agrediéndome sin motivo alguno”, reza la denuncia verbal que interpuso la agraviada en la comisaría después de la violenta agresión.
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Lo más grave fue que —según la denuncia— también golpeó a su hija que estaba en brazos de la víctima al momento de la embestida. “Deseo agregar que mi menor hija también fue agredida, con golpes de puño, al momento en que ingresé al domicilio y me empezó a pegar. (…) Le dijo (a su mamá) agarra a la bebe, mientras yo estaba escondida debajo de la mesa, la bebé gritaba y gritaba”, contó.

Los ataques no cesaron por varios minutos. Tanto fue el ensañamiento que persiguió a su exconviviente hasta el patio de la casa para seguir ejerciendo violencia sobre ella. “Me persiguió hasta el patio donde me agarró a patadas y puñetazos, me agarró de los cabellos. De ahí regresó a la sala y su mamá me ayudó a levantarme, dejándome sentada en el patio. La bebé seguía llorando, en eso yo entré caminando para agarrar a mi hija porque lloraba insoportablemente, pero él me quería seguir pegando”, prosigue la narración de los hechos de violencia.
El letrado subió al segundo piso de la vivienda justo antes de que una patrulla policial llegara al inmueble. Cuando la víctima salió para pedir auxilio a los agentes del orden, le cerraron la puerta e impidieron el paso de las autoridades.
Con medidas de protección

Por estos hechos, el Juzgado dictó medidas de protección a favor de la agraviada. Por consiguiente, le prohibieron al denunciado ejercer actos de agresión física y psicológica de forma directa o indirecta. Y también le ordenaron que no se acerque a ella ni a su hija en cualquier forma, a una distancia no menor a 100 metros; ya sea en su hogar, centro de trabajo, centro de estudios o vía pública.
La resolución también incluye una autorización del retiro definitivo del inmueble de la víctima junto a su menor. Además, de la tenencia de hecho de la niña pase a manos de la agraviada de manera indefinida, hasta que haya un pronunciamiento judicial en la vía ordinaria que corresponda.

Para no deslindar su responsabilidades como progenitor, el Juzgado estableció una pensión de alimentos provisional por el monto de 300 soles. Finalmente, se ordenó que el victimario lleve un tratamiento psicológico en el centro de salud más cercano sobre orientación familiar, vías más idóneas de comunicación, control de impulsos, entre otros.
Cabe recalcar que, el Primer Juzgado de Paz Letrado de Mariano Melgar, a través de la Resolución N.º 4-2024 del expediente N.º 04144-2023-0-0410-JP-FC-02, declaró cancelada la deuda alimenticia acumulada entre 2014 y 2023 por Elar Mayta Flores, tras un pago de 1 500 soles. Sin embargo, esta acción subraya un patrón de irresponsabilidad, ya que la obligación de alimentos se mantuvo impaga por casi una década.
Este medio se comunicó con el involucrado vía teléfono. Al comienzo señaló que se encontraba en una reunión de trabajo y prometió devolver la llamada. No obstante, al cierre de esta nota, no se comunicó y tampoco respondió las llamadas y mensajes de WhatsApp, pero si tenemos evidencia de qué leyó nuestras preguntas.