Foto: BBC de Londres

La jueza Julieta Makintach fue apartada tras confirmarse su aparición en un tráiler titulado Justicia divina, que incluía imágenes suyas ingresando a la sala junto con tomas de archivo sobre la muerte del exfutbolista Diego Maradona. El material, dividido en seis episodios, había sido presentado por la fiscalía, que además adjuntó el guion completo del proyecto. La magistrada fue suspendida por 90 días por el Tribunal de Enjuiciamiento.

Ante esta situación, el juez Maximiliano Savarino anunció la nulidad del juicio, lo que obliga a reiniciar el proceso desde cero, con un nuevo tribunal. Cerca de 50 testigos ya habían declarado, incluyendo las hijas del exjugador, Dalma y Gianinna Maradona.

Siete profesionales de la salud venían siendo procesados por homicidio culposo. Según un panel de peritos, la muerte del ídolo argentino, ocurrida el 25 de noviembre de 2020, era «evitable». El informe calificó la atención médica domiciliaria que recibió Maradona tras su operación cerebral como “deficiente, inapropiada e imprudente”.

Entre los imputados se encuentra el neurocirujano Leopoldo Luque, quien era también su médico personal, además de una psiquiatra, un psicólogo, médicos clínicos y personal de enfermería. Una octava persona, la enfermera Diana Madrid, enfrentará un juicio por separado.

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Maradona falleció por una insuficiencia cardíaca mientras se recuperaba en una vivienda alquilada en Benavídez, al norte del conurbano bonaerense, durante la pandemia. Tenía 60 años.

El escándalo con la jueza abrió la posibilidad de futuras nulidades si el proceso continuaba. El caso deberá ser reasignado a otro tribunal, con nuevos jueces. No hay fecha confirmada para la reanudación.