La Fiscalía Superior de Corrupción de Funcionarios y la Policía Anticorrupción asestaron un duro golpe a la probidad en el sistema judicial. Y es que detuvieron en flagrancia a un fiscal en ejercicio mientras recibía una coima de un procesado.

Se trata del fiscal adjunto titular de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Arequipa, Wilson Cari Apaza. Este es investigado por el presunto delito de cohecho pasivo específico (corrupción). Esto al solicitar una coima de 500 soles al litigante, a cambio de emitir una disposición a su favor. La dádiva se entregó en su oficina dentro de la sede del Ministerio Público, ubicado en la avenida La Paz, en pleno Cercado de Arequipa.

Su detención obedece a una investigación previa, tras recibir una denuncia del litigante y que se dio a conocer a las autoridades judiciales. Para obtener pruebas de estos hechos de corrupción fotocopiaron y rociaron un reactivo a los billetes que recibió el fiscal. Finalmente, lo intervinieron “con las manos en la masa” cuando el denunciante le entregaba 200 soles en efectivo.

Tras la detención del mal fiscal, se informó a la Autoridad Desconcentrada de Control del Ministerio Público sobre la presunta inconducta funcional. Esto con el fin de que este organismo actúe de acuerdo a sus atribuciones, y decida separar temporal o definitivamente al letrado.

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“El Ministerio Público reafirma su compromiso de lucha frontal contra la corrupción. Además, se invoca a la ciudadanía para que denuncie cualquier acto de corrupción”, se desprende del comunicado emitido por disposición del presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Arequipa, Hugo Rogger Fernando Ramos Hurtado.

Según la legislación peruana vigente, la pena para el delito de cohecho pasivo específico se castiga con la privación de la libertad no menor de tres ni mayor de seis años. Además, puede existir una inhabilitación que varía entre 365 y 730 días multa.