A sus trece años, una estudiante del colegio Lord Byron School tuvo la desdicha de ser ultrajada por su propio docente. Este se encuentra no habido tras ser denunciado por la madre de la víctima. No obstante, la prestigiosa institución particular solo optó por separar temporalmente al agresor, después de la insistencia de los progenitores. Con esto han optado por guardar un silencio cómplice al omitir el reporte del caso ante las autoridades educativas y de justicia.
La acusación, que obra en la comisaría de Sachaca, fue puesta contra el profesor Raúl Jhon Lozano Bedoya el pasado 25 de abril del 2025. El verdugo, quien durante años ejerció como pedagogo sin ostentar el título que acredite su vocación, ahora carga sobre sus espaldas una disposición de medidas de protección en su contra por el vejamen. A esto se suma la indiferencia de la directora de la institución Lidia Medina Lazo.

Embaucó a su víctima
Según el parte policial, la vejación ocurrió el 16 de marzo de este año, dentro del domicilio de la menor, ubicado en una residencial en el distrito de Sachaca. Se sindica al agresor de embaucar a su víctima de iniciales M.A.M.M. (13). Y es que todo apunta a que Lozano Bedoya la cortejó hasta darle rienda suelta a sus bajos instintos, aprovechando que se encontraba sola en casa.

Un día antes de presentar la denuncia en la dependencia policial, el 24 de abril, la madre encontró en el celular de la estudiante fotos y videos incriminatorios de connotación sexual, que fueron enviados por el propio docente. Además, el teléfono móvil almacenaba otras imágenes del agresor. Estas instantáneas fueron capturadas dentro de la institución Lord Byron School, sede Yanahuara.
Fuentes de Revelación.pe cuentan que inicialmente la institución no quiso atender el caso. Después de que los padres insistieron con el acta policial, separaron de sus filas al educador para evitar el escándalo. Sin embargo, la agresión sexual no se registró en el Sistema de Información y Seguimiento de la Violencia Escolar (SíseVe). Esto constituye una falta grave que podría acarrear responsabilidad contra los representantes del colegio.
Inician investigaciones

La gerente regional de Educación, Cecilia Jarita Padilla, ya tomó conocimiento del caso y anunció una intervención de oficio al plantel para el lunes 19 de mayo, toda vez que, durante la elaboración de este informe, la comunidad educativa se encontraba en periodo de vacaciones.
“La denuncia no ha llegado a la Ugel. (El agresor) no solo tiene que ser separado, también tenían que reportarlo al sistema (Síseve) en las próximas 24 horas de haber tomado conocimiento del hecho. Es una obligación. Se ha omitido, puede haber una separación temporal o definitiva de la directora/or. Voy a investigar lo que ha pasado. Voy a ir encima de los responsables”, declaró la funcionaria a este medio.
Además de esta omisión, la Gerencia de Educación también analizará la hoja del vida del docente acusado, con el objetivo de determinar a los responsables de esta contratación. “Para ser docente tienen que ser titulados. Sí es un colegio privado, la sanción es pecuniaria, pero hay que determinar responsabilidades”, explicó Jarita Padilla.
Como parte de este Informe, acudimos a la sede del colegio Lord Byron School para conocer de primera mano sanciones impuestas contra el denunciado y las acciones adoptadas en salvaguarda de la víctima. Pero, como ya lo mencionamos líneas arriba, la secretaria señaló que no se encontraba ningún personal jerárquico por vacaciones. Dejamos nuestros datos para pactar una entrevista al retorno del año lectivo. De igual forma, insistimos por teléfono y WhatsApp con la dueña del colegio Lidia Medina y tampoco respondió.

No habido
Actualmente, Raúl Jhon Lozano Bedoya tiene paradero desconocido. Y es que el 4 de mayo, los agentes de la Comisaría de Familia de Alto Selva Alegre llegaron hasta su domicilio en el distrito de Alto Selva Alegre, pero no lo encontraron. La presencia de los agentes obedece a una disposición del Quinto Juzgado de Familia, que dictó medidas de protección a favor de M.A M.M.
El predio era habitado por una de sus familiares que desconoció su ubicación, alegando que no tenía contacto con él desde hace 13 años. Por ende, los uniformados no pudieron hacerle conocer las medidas que pesan en su contra. Revelación.pe también trató de buscar comunicación con el mencionado a través de llamadas telefónicas, pero no tuvimos éxito.