
Por Huber Valdivia Pinto. Asesor y Consultor
Hace unos días publicamos un artículos sobre los 25 proyectos emblemáticos en el sector agrario, asimismo, criticamos, que estos deberían llamarse proyectos históricos, ya que datan de hace 60 u 80 años. Además, se proponía que el Proyecto Subsectorial de Irrigaciones (PSI), sea el organismo responsable de la formulación y ejecución de los mencionados como emblemáticos. Pero la gran sorpresa la recibimos días después, cuando la presidenta de la Republica y el ministro de Economía y Finanzas, anunciaron la extinción de 14 programas de inversión publica, que incluyen al PSI.
Criticamos el bajo impacto que ha tenido el PSI en la propuesta y ejecución de proyectos de infraestructura de riego, a pesar que tiene sus funciones relevantes en la mejora y tecnificación del uso del agua. Es un programa que no trasciende, y consideramos que se ha llegado a este bajo nivel, por prescindir de profesionales de probada experiencia, optándose de aquellos con un perfil muy limitado, empezando por la cabeza. Y habiendo desfilado en ese cargo, desde marinos hasta profesionales no vinculados al quehacer agrario; en particular a proyectos de infraestructura de riego. Salvo honrosas excepciones.
No entendemos, cuando el titular del MEF dice, tratando de justificar esta extinción, que el objetivo es «consolidar una unidad central de inversión pública que nos va a permitir generar más inversión y menos burocracia». En esta coyuntura, es complicada su explicación.
En los últimos meses se produjo un “rush”, increíble, de firmar convenios para apoyar la ejecución de algún proyecto, donde se marqueteaba al PSI como responsable de la asistencia técnica. Pero siempre hemos sido críticos de las cosas que se hacen mal. Verbigracia, hasta esta semana, el PSI, con un presupuesto de casi S/ 500 millones, solo ha ejecutado 60, es decir, ejecución de gasto = 13%. Los comentarios huelgan. Deja mucho que pensar que a una entidad, que ni siquiera maneja bien su casa, se le encargue proyectos hidráulicos de gran envergadura.
Entre los que se consideran “huérfanos” porque ya no existiría el apoyo del PSI, están los proyectos de Moquegua como ex Yanapujio, y las promocionadas 3 represas de Moquegua. Además de los proyectos de la margen derecha de Rio Tumbes, Chonta-Cajamarca, Chavimochic, Chinecas, Alto Piura, Concón-Topara, Pampas Verdes y Cardos en Tacna. Y en Arequipa, Tambo, Iruro, Majes Siguas II, entre otros.
Consideran que se van a ahorrar 4,000 millones de soles. Si se refieren a la burocracia, nos parece muy alto, pero lo que preocupa que este ahorro podría significar la eliminación de recursos de alguno de esos proyectos.
El comentario complementario es que estos programas “en extinción” pasarían a la PCM y a la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) con el objetivo de garantizar el cierre de brechas. Con este anuncio se está incorporando al ANIN programas como Provias Nacional, Provias Descentralizado, Programas Nacional de Infraestructura Educativa (PRONIED), Programas Nacional de Inversiones en Salud (PRONIS), Programa Agua Segura para Lima y Callao (PASLC), el propio PSI, entre otros. La incertidumbre se genera al considerar que estos programas tienen cierto grado de especialización. Razón por la que están en ministerios, que tienen una visión amplia sobre los impactos en la inversión en infraestructura en sus sectores.

Para el caso de agricultura, hacer una represa o un canal, no solo es poner cemento y arena, se tiene que tomar un enfoque integral. No basta desarrollar en un capítulo el beneficio/costo y hacer modificaciones hasta que salga en “azul”.
Eso no es así. En el campo agrícola, construir una obra debe considerar la participación de los beneficiarios, con tareas complementarias de reconversión agrícola, manejo de cultivos y de suelo, manejo sanitario, financiamiento, asistencia técnica, postcosecha, mercado, etc. La recuperación de inversiones no se da únicamente en números, si no en el impacto que genera en la población.
Los conflictos en varios programas en extinción se generan cuando involucran a profesionales que llegan sin ningún talento o conocimiento, que les permita alcanzar los logros que fueron señalados en su concepción. Además, con la realidad actual, vayan donde vayan los programas, siempre van a arrastrar a esta burocracia poco productiva. Por la tanto su eliminación no va a traer beneficios.
Por otro lado, debemos preguntarnos cómo repercutiría esta decisión de la extinción los proyectos, donde el PSI es la Unidad Ejecutora. Tal como estamos, y con un cambio de esta naturaleza, cada vez es más lejano cumplir con los objetivos trazados.
El acompañamiento del PSI a la fecha no ha traído ningún beneficio para la ejecución de Majes Siguas II. Se pregona el probable convenio de Gobierno a Gobierno, con alcances poco claros, salvo que ya se iniciaría la Puesta a Punto de la infraestructura antigua. No hay un reporte de lo actuado, en este convenio GORE Arequipa y el MIDAGRI, que debería ser una exigencia del Gobierno Regional, de Autodema o de la Comisión Supervisora.
De acuerdo a la información pública, se ha incorporado la Puesta a Punto en el Proyecto Majes-Siguas II, registrado por el PSI en INVIERTE.PE, y lo sorprendente es que la Puesta a Punto tiene un monto de 2,331 millones de soles (613 millones de dólares), mientras que el monto para Majes Siguas es de 2,448 millones de soles (644 millones de dólares). ¿Será correcto? Es información registrada en el CUI 2088142, Formato 8 de Invierte.pe. Modificación propuesta por el PSI-MIDAGRI.