El Papa León XIV celebró este viernes su primera misa en la Capilla Sixtina. A un día del “Habemus papam”, el nuevo pontífice pidió una Iglesia más unida y misionera ante un mundo que desprecia o ignora la fe. Llamó la atención sobre los cristianos que, aunque bautizados, viven como si Dios no existiera.
Durante su homilía, el Papa se definió como un «fiel administrador» del tesoro confiado por Dios. Criticó la percepción de que la fe es cosa de “personas débiles o poco inteligentes”. “Jesús es visto como un líder carismático, un superhombre, pero no como Dios. Esto sucede también entre muchos cristianos bautizados”, advirtió. En ese sentido, denunció el auge del “ateísmo práctico” y la sustitución de la fe por el dinero, la tecnología o lo banal.
En su mensaje a los cardenales, León XIV pidió a la Iglesia ser «un faro que ilumine las noches del mundo» y llevar el Evangelio a contextos hostiles. “Nuestra labor misionera es desesperadamente necesaria”, afirmó. Añadió que hoy los creyentes enfrentan desprecio y burla, y que en muchos lugares predicar el Evangelio se vuelve cada vez más difícil.
El Vaticano ya ha confirmado el cronograma inicial del pontificado. Este sábado 10 de mayo, el Papa se reunirá en privado con el Colegio Cardenalicio. El domingo 11 rezará el Regina Caeli desde la logia central de San Pedro. El 18 de mayo se celebrará la misa pública de inicio formal del pontificado en la plaza de San Pedro, donde se espera la presencia de líderes del mundo entero.
La agenda de León XIV incluye también encuentros con la prensa, el cuerpo diplomático, la Curia Romana y visitas a las principales basílicas de Roma. El calendario cerrará, por ahora, el 25 de mayo con la toma simbólica de las basílicas de San Juan de Letrán y Santa María la Mayor, completando así los gestos tradicionales del inicio de un papado.