Las quejas de peruanos que descubren militancias jamás aceptadas volvieron a sacudir las redes y pusieron bajo los focos al Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC). La entidad precisó que, desde noviembre de 2023, su participación en la inscripción de partidos se limita a confirmar que cada firma—o huella de ciudadano analfabeto—coincida con la almacenada en su base de datos y que el DNI exista. Toda consideración sobre la autenticidad legal queda en manos del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), al que la institución ya remitió más de 130 informes con 230 mil registros observados.

Reniec indicó que los requisitos para fundar una agrupación política superan la docena, pero la cuota mínima de afiliados es el punto más vulnerable. Cuando el JNE envía los padrones, los especialistas comparan rasgos gráficos en pantallas de alta resolución. Si varias rúbricas brotan del mismo “puño gráfico”, se alza la alerta. Esas observaciones no equivalen a fraude probado: simplemente regresan al árbitro electoral para que investigue y sancione. Entre tanto, cientos de ciudadanos descubren su “fichaje” involuntario al revisar el padrón digital.

El presidente del JNE, Carlos Burneo, prometió el 22 de abril medidas “rápidas y eficaces” para frenar la ola de suplantaciones. Entre los anuncios en curso figura eliminar el pago de S/ 46.20 que hoy grava las solicitudes de desafiliación, y agilizar los trámites en línea. El órgano electoral busca así desactivar el costo económico y burocrático que desalienta a las víctimas de reclamar.

Para blindar la futura verificación, Reniec desplegará en 2025 la plataforma ID Perú dentro del proceso partidario. El sistema, ya operativo en otros servicios estatales, usará reconocimiento facial para autenticar al solicitante en tiempo real. Esto cerrará el paso a firmas escaneadas o copiadas. La implementación aguarda que el JNE dicte el protocolo técnico y habilite los módulos en sus ventanillas.

Mientras tanto, cualquier persona puede comprobar su estatus partidario ingresando su DNI en la consulta pública del JNE. El enlace oficial revela en segundos si el ciudadano figura como afiliado y a qué organización. Ante un hallazgo inesperado, los especialistas recomiendan solicitar de inmediato la desafiliación, conservar capturas de pantalla y, de ser necesario, denunciar penalmente al responsable de la inscripción fraudulenta.