La huelga indefinida iniciada este lunes 10 de noviembre por docentes universitarios en todo el país afecta a la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) y deja, según el representante del Frente de Defensa Estudiantil, David Calizaya, a 26 mil estudiantes en situación de incertidumbre sobre el cierre del año académico.
“Estamos cerca de culminar el año académico; con esta situación vamos a terminar clases en enero. Somos 26 mil estudiantes de diferentes carreras profesionales los que nos vemos perjudicados. Hacemos un llamado para que el Gobierno atienda las demandas de los docentes”, afirmó Calizaya.
La medida de fuerza, impulsada por federaciones y sindicatos de profesores de universidades públicas, se activó para exigir mejoras salariales y la asignación de presupuesto para atender el sector educación. Principalmente se exige la homologación de sueldos con los magistrados del Poder Judicial.
En la UNSA, estudiantes y autoridades académicas enfrentan la disyuntiva de reprogramar exámenes y reasignar fechas para recuperar las horas lectivas perdidas. Tras el inicio de esta jornada, se evalúan alternativas como ampliar el calendario hasta enero o habilitar clases intensivas y evaluaciones extraordinarias.
El dirigente estudiantil advierte que estas soluciones, además de generar sobrecarga, pueden reducir la calidad de aprendizaje si no se diseñan con tiempo y recursos adecuados. Calisaya enfatizó que la comunidad estudiantil espera soluciones que permitan cumplir el año académico sin retrasos prolongados.
Por ahora, la comunidad universitaria de Arequipa —estudiantes, docentes y autoridades— observa con atención las negociaciones nacionales. En la UNSA, el llamado estudiantil se orienta a resolver el conflicto sin sacrificar el calendario académico ni la calidad educativa. La expectativa local es que el Gobierno y las dirigencias docentes logren un acuerdo en el corto plazo que permita reanudar las actividades regulares y evitar que miles de estudiantes vean retrasadas sus metas profesionales.




