El cáncer de próstata continúa siendo una amenaza silenciosa para los hombres peruanos. Según el INEN, el 85% de los pacientes llega cuando la enfermedad ya está avanzada y casi la mitad presenta metástasis. Detrás de esta alarmante cifra se esconden el miedo, los prejuicios y la falta de cultura preventiva. Los especialistas advierten que un chequeo anual podría salvar miles de vidas, pero la desinformación mantiene a la mayoría lejos de la detección temprana.
El doctor Víctor Destéfano Urrutia, jefe de Cirugía Urológica del INEN, confirmó que el instituto recibe entre 800 y mil nuevos casos de cáncer de próstata cada año. “Solo el 15% llega en etapa curable. En el resto, el cáncer ya se extendió a tejidos cercanos o incluso a otros órganos”, precisó. El especialista subrayó que el miedo al examen y los mitos asociados al tacto rectal son los principales enemigos de la detección precoz.
Historias como la de Jesús Ferrer Bravo, diagnosticado a tiempo y tratado con cirugía sin radioterapia ni terapia hormonal, demuestran que la detección temprana puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. En cambio, quienes llegan tarde enfrentan tratamientos más agresivos, incluyendo radiación y la supresión del funcionamiento de los testículos, lo que afecta directamente su calidad de vida.
Antes de la pandemia, el 25% de los diagnósticos se realizaba en etapas iniciales, pero hoy esa cifra cayó al 15%. Para el INEN, el país necesita una política de educación y prevención sostenida, como la que permitió invertir esta tendencia en otras naciones.
Desde diciembre de 2024, el INEN realiza cirugías de próstata con asistencia robótica, tecnología que mejora la precisión quirúrgica y reduce riesgos. “El cáncer de próstata es curable si se detecta a tiempo. La prevención no puede seguir siendo un tabú”, insistió Destéfano.




