Jarana Crítica: El refugio de Betssy

Oswaldo Calle Talavera. Analista Político

El refugio de Betssy Chávez en la embajada de México nos recuerda que el derecho y la política están íntimamente ligados, que los países no somos unas islas y que los tratados que firmamos tienen obligatoriedad en su cumplimiento. Aunque no nos convenga, no nos guste o nos parezca incorrecto para nuestra coyuntura. 

El caso de la ex premier Chávez ha sido tratado de mala manera. Su estrategia jurídica ha sido beneficiosa para sus intereses, pero su conducta procesal mala. 

Chávez pidió que su caso se juzgue en libertad, el juez y su análisis vieron por conveniente darle prisión preventiva, y en este periodo Chávez tuvo una conducta rebelde. Denunció maltrato, tortura, durmió en un pasillo por amenazas según su abogado. Además hizo huelga de hambre, lo cual deterioró su salud y hasta fue señalada de actos poco decorosos con una compañera de pabellón. 

Chávez se mostró en juicio como una perseguida política y nunca aceptó los delitos imputados: rebelión y conspiración. Su abogado con histrionismo y grandilocuencia, supo llamar la atención de las cámaras y abusar —en algunos casos— en su trato a los jueces, todo con el sustento del discurso de lo político antes que lo jurídico. 

Chávez estuvo encarcelada más de 18 meses, superando el límite legal de detención señalado en junio de 2023. El Tribunal Constitucional resolvió que la Fiscalía presentó fuera de plazo la solicitud para aplicar la medida de prisión preventiva y resolvió y ordenó su excarcelación. 

La ex ministra Chávez antes de su orden de excarcelación estuvo en una clínica, donde acudió por problemas que —según su defensa— las propias condiciones de carcelería le habrían causado. 

Estos hechos revelan cómo es que no sólo hay que llevar bien un caso de delitos ligados a la política, sino, que los organismos que son titulares y de administración de justicia, están en la obligación de hacer seguimiento jurídico eficiente y tener formas de comunicación, que transparenten el tratamiento como temas que no se ajustan a lo político y que no tendrán influencia mediática ni política en un juzgamiento.

A Betssy Chávez le han dado excusas perfectas para que un país como México, le dé refugio en su embajada y asilo político por su tratamiento en el Perú. 

Recordemos que México tiene una conducta consecuente con el asilo a políticos y personajes con problemas de supuestas persecuciones políticas y que tienen problemas con los gobiernos y poderes de Estado de países que por fuera se ven como antidemocráticos.

México tiene una historia de atención a los aspectos humanistas y en defensa de la juridicidad que se confunde en la política. Y por eso la dación de asilos a personajes como Evo Morales, Víctor Raúl Haya De la Torre, León Trotsky, José Martí, Buñuel, Fidel Castro, Héctor José Cámpora, el Sha de Irán Mohamed Reza Pahlevi, la familia Allende, entre otros que el Estado mexicano albergó en la figura del asilo. 

Existen voces que intentan desconocer lo que está en los tratados. Una aberración, pues todo tratado debe ser respetado por nosotros. Si el gobierno de México otorga asilo a Betssy Chávez, el país debe otorgarle el salvoconducto, (documento de viaje emitido por el país a personas refugiadas para que puedan viajar internacionalmente, independientemente de si pueden usar su pasaporte nacional o no) y permitir que viaje en observancia al tratado internacional. Un antecedente de esto es que el gobierno de Fujimori otorgó el salvoconducto a Alan García cuando se refugió y asilo en Colombia.

No se debe incumplir un tratado internacional por un tema de orden interno. Las relaciones entre los países de la región se calentarían de forma innecesaria. Y la declaración del canciller de romper relaciones diplomáticas con México no ayuda a que haya un clima de conversación y cooperación en la región.

Se han escuchado algunas opiniones ignorantes que toman como ejemplo lo ocurrido en Ecuador y apoyan un allanamiento como lo realizado en la embajada de México en Quito por parte de la policía ecuatoriana en abril de 2024 para detener al ex vicepresidente Jorge Glas. Lo que provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países. Esto no es una posibilidad, las ilegalidades no son un precedente jurídico y no hay que dejarse engañar por entusiastas políticos con ignorancia jurídica. 

El Perú está demorando en dar una respuesta a México y lo correspondiente, nos guste, nos convenga o no, es que el Estado peruano otorgue el salvoconducto a Betssy Chávez. Tal como lo hizo hace poco tiempo con Nadinne Heredia; la cual está asilada en Brasil, país con el cual no se ha roto relaciones diplomáticas.