El proceso judicial de Betssy Chávez dio un giro inesperado cuando su abogado, Luis Barranzuela, presentó su renuncia en plena audiencia tras enterarse por los medios del asilo concedido a la exministra en la embajada de México. Alegó no haber podido comunicarse con su defendida y desconocer completamente la gestión diplomática. Sin embargo, el tribunal rechazó su dimisión y ordenó que permanezca al frente de la defensa hasta que se formalice un reemplazo.
Barranzuela sorprendió al tribunal al declarar que se enteró del asilo por la prensa, luego de varios intentos fallidos por contactar a Chávez. “Yo no podría continuar una defensa porque esta se ha preparado desde marzo y requiere coordinación directa”, explicó ante la magistrada, añadiendo que, pese a todo, seguiría de manera provisional hasta que la defensa pública asuma el caso.
El tribunal, no obstante, resolvió rechazar su renuncia inmediata al considerar que no se cumplió con las 24 horas de aviso previo que exige el reglamento. Además, los jueces remarcaron que la sorpresiva decisión del abogado no podía dejar sin defensa a la exministra, quien continúa refugiada en la embajada mexicana a la espera de un salvoconducto para abandonar el país.
Mientras tanto, el canciller Hugo de Zela confirmó que el informe sobre el caso estará listo “en unos breves días”. La Cancillería, en un comunicado, calificó la decisión de México como una violación a los principios de no intervención y cooperación, motivo por el cual el Perú rompió relaciones diplomáticas con el gobierno de Claudia Sheinbaum.
Pese a la ruptura, De Zela precisó que las oficinas consulares seguirán operativas para atender a ciudadanos peruanos y mexicanos. En paralelo, la encargada de negocios mexicana, Karla Ornela, fue notificada oficialmente para abandonar el país dentro de un plazo perentorio, marcando un nuevo capítulo en la crisis diplomática generada por el caso Chávez.




