Desde las primeras horas del 31 de octubre, la comuna bustamantina puso en marcha la Feria de Todos los Santos en las inmediaciones del cementerio La Apacheta. Este encuentro anual no solo impulsa a los comerciantes locales, sino que también garantiza la seguridad y el orden de miles de visitantes. Con operativos coordinados junto a Salud, Bomberos y Cruz Roja, la municipalidad busca que la tradición se viva sin contratiempos y en un ambiente de respeto y tranquilidad.
Las carpas se levantaron antes del amanecer y, con ellas, volvió el bullicio de vendedores y visitantes. La comuna activó la feria con la meta de brindar espacios seguros y accesibles a quienes llegan al camposanto para recordar a sus seres queridos. Durante tres días, los alrededores de La Apacheta se transforman en un corredor de aromas, flores y recuerdos compartidos.
El alcalde Fredy Zegarra Black destacó que la actividad no solo busca reavivar la economía local, sino también ofrecer un entorno digno para la memoria colectiva. “A través del trabajo conjunto, garantizamos espacios limpios y seguros”, señaló el burgomaestre al recorrer los puestos que exhiben flores, arreglos, comidas típicas y artículos conmemorativos.
Para prevenir incidentes, la comuna coordinó con el sector Salud, Bomberos y Cruz Roja, asegurando una atención inmediata ante cualquier emergencia. Mientras tanto, la Gerencia de Fiscalización y Seguridad Ciudadana mantiene operativos constantes para controlar el orden. Además de evitar vendedores ambulantes y verificar el cumplimiento de las normas.
El plan de desvíos también forma parte del operativo: desde el 31 de octubre se cerraron tramos de la Av. Cementerio, Av. Perú, Garcilaso de la Vega y Av. EE. UU. para facilitar la instalación de los puestos y garantizar la fluidez peatonal. Con estas medidas, Bustamante y Rivero reafirma su compromiso de mantener viva la tradición sin perder el orden ni la seguridad.
