Oswaldo Calle Talavera. Analista Político
Las elecciones se acercan y el Jurado Nacional de Elecciones ha publicado las medidas de la cédula de votación. Para las elecciones de 2026, la cédula tendrá 44 cm de alto y 42 cm de ancho, tendrán 39 opciones de voto de propuestas de organizaciones políticas (36 partidos y 3 alianzas).
Arequipa podrá elegir por presidente y vicepresidentes, por senadores, por diputados y por parlamento andino. Arequipa tendrá 6 diputados de los 130 escaños a nivel nacional y le corresponderá un senador, uno de 30 de los designados para el distrito múltiple electoral y los otros 30 serán elegidos por el distrito único electoral, que completarán los 60 senadores.
Aún no se ha sorteado el orden en el que irán los partidos en la cédula. Habrá identificación por símbolos y además por fotografía de los candidatos a la presidencia.
La oferta electoral es muy grande, denota la segmentación política y la falta de capacidad de las agrupaciones para ponerse de acuerdo en alianzas que faciliten la votación al ciudadano.
La población de Arequipa ha aumentado y sus electores de 18 o más años llegan a 1 228 778 facultados para votar en las siguientes elecciones de 2026.
Habrá un gran porcentaje de votantes nuevos: 111 398 ciudadanos que votarán por primera vez. Además de 254 330 votantes que superan los 60 años, entendiendo que los mayores de 70 años no están obligados a ir a votar.
Mientras más cantidad de candidatos y propuestas de agrupaciones tenemos, más débil se dibuja nuestra democracia. La fragmentación del poder dificultará la gobernabilidad. La cantidad de candidatos al parlamento, en sus dos cámaras, no está acompañada de una oferta en calidad y capacitación de los postulantes. El país se ve una vez más acorralado en un sistema que va a ser confuso, que invita al error en la cédula de votación y que subraya la incapacidad de nuestros políticos para concertar.
El artículo 31 de la Constitución Política del Perú señala que el voto es obligatorio y hay que entenderlo como un deber y un derecho que se debe ejercer con alegría como instrumento directo de participación cívica y política. El destino del país está en nuestro voto y la responsabilidad es grande. Arequipa debe aprender de las lecciones pasadas e intentar votar mejor y de manera informada para tener mejores representantes en comparación con la fauna congresal que tenemos en este momento. Arequipa decide.




