Cada año, 12 millones de niñas en el mundo son forzadas a un matrimonio o unión forzada, según datos de UNICEF citados en el último informe global de Plan International, El Estado Mundial de las Niñas 2025: “Déjame ser una niña, no una esposa”.
El Perú no es ajeno a esta problemática. Solo hace dos años, en noviembre del 2023, se aprobó la Ley Nº 31945, ley que prohíbe el matrimonio con menores de edad. Sin embargo, las uniones no formalizadas con menores de edad no están contempladas en la ley, y representan una realidad alarmante para miles de niñas y adolescentes del país.
Ante ello, por el 11 de octubre, Día Internacional de la Niña, Plan International inicia la campaña “Niñas libres de uniones forzadas – Un año de acción contra los matrimonios infantiles y uniones tempranas y forzadas”.
La realidad de las niñas en el Perú

El 82% de víctimas de las uniones son niñas y adolescentes mujeres, más de la mitad de las cuales están en convivencia (58%) y 23% en matrimonio formal (Censo 2017). Es decir, los matrimonios son solo la “punta del iceberg” de la problemática. (Plan International y UNFPA, 2019).
Las uniones tempranas y forzadas representan una práctica nociva para las niñas y adolescentes, privando su derecho a decidir, estudiar y desarrollarse libremente. Estas uniones aumentan en zonas rurales debido a factores económicos y socioculturales, en donde muchas familias entregan a sus hijas en convivencia a adultos para que se hagan cargo económicamente de ellas.
Otra de las causas es el abuso sexual y los embarazos tempranos. En el Perú, según datos del Certificado de Nacido Vivo del Ministerio de Salud, de enero a setiembre del 2025, 27 195 adolescentes y mujeres de entre 11 y 19 años fueron madres, de las cuales 626 eran niñas entre 11 y 14 años. Es decir, más de 27 mil niñas y adolescentes que se convierten en madres en apenas nueve meses, lo que en muchos casos las fuerza a unirse al padre de su bebé o, incluso, a convivir con su agresor en situaciones de abuso sexual.
La historia de Flor: romper el ciclo de la violencia

Detrás de las cifras hay historias de vida como la de Flor (nombre ficticio), una joven de Cusco que a los 15 años fue presionada a convivir con el padre de su hija tras un embarazo adolescente. Sin comprender aún qué significaba convivir, inició una vida adulta siendo todavía una niña. Pronto llegaron las discusiones, los gritos y la violencia.
“Me pegaba, me insultaba. Hasta le gritó y golpeó a mis papás. Yo no entendía por qué todo se volvió así”, recuerda.
Flor logró romper ese ciclo con apoyo de su familia y gracias a talleres de Plan International, donde aprendió sobre sus derechos. Hoy, a sus 20 años, sueña con convertirse en profesora y ayudar a que otras niñas crean en sí mismas.
“Quiero ser profesora de primaria, para que mi hija y otras niñas sepan que sí se puede salir adelante”, afirma.
Ahora, convertida en voluntaria en su comunidad, comparte su experiencia con otras adolescentes, convencida de que su voz puede evitar que más niñas sean forzadas a unirse demasiado pronto. “Aprendí que merezco decidir por mí misma y quiero que ninguna niña pase lo que yo pasé”, expresa con esperanza.
Accionar por el futuro de la niñez
Plan International viene accionando desde el 2018 contra los matrimonios infantiles y las uniones tempranas y forzadas, contribuyendo junto a su aliado UNFPA con un estudio que evidenció el problema en el país e incidiendo por la aprobación de la ley en el 2023.
Este año, por el Día Internacional de la Niña, inicia un año de acción en contra de las uniones forzadas, en el que impulsa espacios para que niñas y adolescentes de diferentes regiones del Perú lideren diálogos con autoridades, sociedad civil y familias para sensibilizar sobre la temática.
“No se trata de solo accionar a nivel legal, sino de tener un esfuerzo conjunto por atender factores socioculturales que perpetúan las diferentes formas de violencia hacia las niñas y adolescentes… Es trabajar con familias, comunidades y sensibilizar por el respeto de sus derechos”, comenta Víctor García, Representante País de Plan International.
Además, Plan International continúa su trabajo por la protección y prevención contra la violencia con el programa “Decidir sin Violencia”, impactando en más de 16 mil niñas y adolescentes en el último año para que crezcan en entornos donde puedan decidir sus futuros.




