Un incendio de gran magnitud arrasó la tarde del sábado con más de un centenar de viviendas en el asentamiento humano Virgen del Buen Paso, en Pamplona Alta, distrito de San Juan de Miraflores. La emergencia, catalogada como de código 3 por el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional, movilizó a más de 18 unidades del Cuerpo General de Bomberos.
Las primeras versiones apuntan a que el siniestro se originó en un taller clandestino de pirotécnicos, donde se produjeron varias explosiones que complicaron el ingreso de las unidades de emergencia. La estrechez de las calles y la falta de agua agravaron la situación, obligando a los vecinos a colaborar con baldes y tierra para contener el avance del fuego.
Ante la magnitud del desastre, el presidente José Jerí dispuso una “acción inmediata para las familias afectadas” y ordenó la movilización multisectorial del Ejecutivo. “No están solos”, escribió el mandatario en su cuenta de X, mientras se dirigía a la zona acompañado por ministros de Estado.
El titular del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, informó que se habilitaron carpas en el complejo deportivo del IPD para alojar temporalmente a los damnificados, además de garantizar alimentación y atención médica. En paralelo, el Ministerio de la Mujer activó protocolos de apoyo psicosocial, y el Minedu inspeccionó tres colegios cercanos al siniestro para descartar daños estructurales.
Hasta el cierre de esta edición, el Ministerio de Salud reportó cuatro personas con heridas leves y ningún fallecido. Sedapal reforzó el abastecimiento de agua con cinco cisternas adicionales, mientras los bomberos continuaban enfriando los puntos críticos para evitar que el fuego se reavive.