La jornada que Phillip Butters planeó como una parada de campaña terminó en caos. El precandidato presidencial fue recibido con una multitud enfurecida frente a Radio La Decana, en Juliaca, donde concedía una entrevista. Los manifestantes, muchos de ellos familiares de las víctimas del 9 de enero de 2022, rechazaron su presencia por haber respaldado el uso de armas contra los protestantes. La tensión escaló al punto de requerir intervención policial para su salida.
El ambiente en Juliaca se tornó hostil apenas se difundió la noticia de la llegada de Butters. Decenas de pobladores rodearon las instalaciones de Radio La Decana, portando pancartas y fotografías de quienes murieron en las protestas de enero de 2022. La indignación se avivó con gritos que exigían respeto a la memoria de los fallecidos y disculpas públicas del precandidato.
Entre los manifestantes destacaron representantes de la Asociación de Mártires y Víctimas del 9 de enero, quienes recordaron que Butters los llamó “terroristas” y alentó el uso de balas contra quienes protestaban. “Nos sentimos indignados de que este señor venga a provocarnos”, expresó una vocera mientras mostraba la imagen de su hermano caído en aquellos enfrentamientos.
La tensión alcanzó su punto máximo cuando el también presentador de televisión intentó abandonar la emisora. La Policía Nacional desplegó efectivos de la División de Servicios Especiales para resguardar su salida. Butters fue escoltado entre una multitud que lo abucheaba, lanzaba objetos y le exigía dar la cara por sus palabras.
Durante la entrevista, el precandidato intentó justificar sus declaraciones pasadas, alegando que hubo “infiltrados violentos” en las protestas y que la presidenta Dina Boluarte cargaba con la responsabilidad política de las muertes. Sin embargo, sus argumentos no calmaron los ánimos. Afuera, las voces de rechazo siguieron resonando con una consigna clara: Juliaca no olvida.