EE. UU., Qatar y Turquía se suman a diálogo clave por Gaza

El balneario egipcio de Sharm el Sheij se ha convertido en el epicentro de la diplomacia internacional. Allí, representantes de Estados Unidos, Qatar, Turquía, Egipto, Israel y Hamas intentan alcanzar un acuerdo que detenga la guerra en Gaza, conflicto que ha dejado más de 67.000 muertos y cerca de 170.000 heridos, según el Ministerio de Salud del enclave palestino. Las reuniones, iniciadas el lunes, se desarrollan bajo estricta reserva y con la presión de la comunidad internacional para lograr un alto al fuego duradero.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar confirmó que su primer ministro, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, participará en las sesiones de este miércoles en Egipto. A su vez, una delegación turca encabezada por el jefe de inteligencia Ibrahim Kalin también forma parte de las negociaciones, luego de mantener contactos previos con funcionarios de Estados Unidos, Egipto, Qatar e incluso Hamas. Según la agencia estatal Anadolu, el objetivo común es destrabar los puntos críticos de la propuesta impulsada por Washington.

Por el lado estadounidense, el equipo encabezado por el enviado especial Steve Witkoff y el asesor presidencial Jared Kushner se unió a las conversaciones con el respaldo explícito de la Casa Blanca. Egipto y Qatar actúan como mediadores directos entre Israel y Hamas, mientras el resto de delegaciones busca consolidar un consenso sobre el plan de paz presentado la semana pasada por el presidente Donald Trump. El esquema plantea una retirada gradual de tropas israelíes, el desarme de Hamas y la transferencia de la administración de Gaza a un organismo internacional supervisado por Tony Blair.

El portavoz qatarí Mayed al Ansari reconoció que “aún hay numerosos detalles por resolver”, en especial sobre la liberación de rehenes, el intercambio de prisioneros y la entrada de ayuda humanitaria. Por su parte, el jefe negociador de Hamas, Khalil al Haya, exigió “garantías internacionales para evitar una nueva ofensiva” y reiteró su rechazo al desarme. Desde Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu aceptó la propuesta con matices, descartando la creación de un Estado palestino y asegurando que las fuerzas israelíes “seguirán presentes en la mayoría de la Franja”.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, calificó el conflicto como “una catástrofe humanitaria de dimensiones incomprensibles” y exhortó a las partes a aprovechar la oportunidad de paz. En tanto, mediadores coinciden en que el mayor desafío radica en la implementación del plan y en la falta de confianza mutua. Mientras el mundo observa con cautela, las conversaciones en Sharm el Sheij continuarán este miércoles, con la esperanza de avanzar en acuerdos que definan el futuro político y humanitario de Gaza.