La tensión entre el Gobierno y los gremios del transporte aumentó tras las declaraciones del comandante general de la Policía Nacional, Óscar Arriola. Este calificó el paro de transportistas como una “medida violenta, criminal y delictiva”. El alto mando policial advirtió que los dirigentes responsables de convocar o incitar la protesta podrían enfrentar detenciones, en medio de un contexto de reclamos por seguridad y asesinatos de choferes en Lima.
En declaraciones a la prensa, Arriola sostuvo que el gremio debía limitar su manifestación a un “paro de motores” sin bloquear vías ni generar disturbios. “El dirigente dijo que iba a maniobrar en su patio, pero no puede ocasionar esto. Esta es una medida violenta, criminal, delictiva. El que la convoca o incita debe responder ante las autoridades”, sentenció, dejando entrever que la PNP actuará con firmeza ante cualquier bloqueo.
El comandante general también desestimó el principal argumento del paro —la ola de asesinatos vinculados a extorsiones—, al afirmar que el crimen del conductor Daniel José Cedeña Alfonso, de la empresa Lipetsa, no estaría relacionado con el cobro de cupos. Según informó, el arma usada en el ataque ya había sido empleada en otro crimen en octubre de 2023. “Ni cobradores, conductores ni empresarios han recibido mensajes extorsivos”, aseguró.
Arriola insistió en que “no hay relación entre el homicidio y las extorsiones” y que la protesta carece de justificación. “Lo objetivo es que el chofer ha muerto dentro de un carro; y lo objetivo también era que el paro sea de motores apagados, no causar disturbios ni cierre de vías”, declaró, reforzando el discurso de criminalización de la medida.
A su vez, el ministro de Transportes, Carlos Malaver, respaldó la posición policial y minimizó el asesinato del conductor. Señaló que las investigaciones no permiten vincular el caso con extorsiones, pues la víctima “se encontraba separada y en proceso de divorcio”. “No podemos aventurarnos”, dijo Malaver, enfatizando que existen otras posibles motivaciones detrás del crimen.




