La construcción del puente Arequipa — La Joya no solo está paralizado por una reciente rescisión de contrato, sino que además presentaba fallas técnicas y estructurales. Así lo advierte el más reciente informe de la Contraloría General de la República (CGR), que detectó estas irregularidades en la ejecución del proyecto, las cuales ponen en riesgo la calidad de la estructura y el cumplimiento de los objetivos de la obra.
El megaproyecto de la vía regional Arequipa – La Joya, con un trazo de más de 24 kilómetros, fue diseñado en cuatro componentes: puente y accesos, túnel mellizo, tramo vial e intercambio vial. El Componente 1, materia del control concurrente, contempla la construcción de un puente de arco metálico de 175 metros de vano central sobre el río Chili, pieza clave para conectar la plataforma logística con la Panamericana Sur.
Problemas en el puente

La unidad contralora documentó, en agosto de 2025 —antes de la resolución del contrato— fallas en el vaciado del concreto del tablero. Se observó fuga de lechada entre prelosas y platabanda. Esto podría generar porosidad, falta de adherencia y riesgo de corrosión del acero de refuerzo. Estas deficiencias comprometen la resistencia y durabilidad del puente.
Otro hallazgo fue la aparición de fisuras en el vano 11 (vacío estructural) del tablero, con anchos que superaron el límite técnico permitido de 0,41 milímetros. Las inspecciones confirmaron que estas grietas, algunas de hasta 3 milímetros, coincidieron con zonas donde hubo interrupciones en el suministro de concreto. Lo que habría originado “juntas frías” (unión entre dos capas de concreto que no se adhirieron correctamente) peligrosas para la estabilidad estructural.
A ello se sumó la inadecuada supervisión técnica. La Contraloría verificó la ausencia de personal clave de la supervisión en varios periodos, a pesar de que su participación estaba considerada al 100% en los gastos generales. Esta omisión no solo afecta el control de calidad, sino que también habría generado pagos por servicios no prestados.
Pagos “fantasma”

El informe también advierte que el contratista presentó valorizaciones que incluían el pago íntegro por especialistas que no estuvieron en obra. Por ejemplo, la jefa de seguridad, Rubí Marisela Ahuanari Fernández, se ausentó 15 días en mayo de 2025, pero esos costos igual fueron cobrados como parte de los gastos generales.
En cuanto a los antecedentes contractuales, el proyecto fue adjudicado mediante el Contrato N.° 137-2017-GRA, suscrito en septiembre de 2017. Sin embargo, durante su ejecución acumuló nueve prestaciones adicionales y cinco deductivos vinculantes, lo que elevó el costo a más de S/ 144 millones, con un incremento del 34% sobre el monto original.
La Contraloría ya había advertido en informes anteriores otras irregularidades, como la valorización de trabajos no culminados y la deficiente conservación de materiales. Lo que derivó en riesgos de pagos indebidos y afectación a la calidad del proyecto. Es decir, la obra arrastra un cúmulo de malas praxis.
En paralelo, el Gobierno Regional enfrenta la disyuntiva de conciliar con el contratista o ejecutar la obra por administración directa, opción que ya evalúa debido al estancamiento del proyecto. Sin embargo, cualquiera de las alternativas deberá primero resolver las controversias judiciales abiertas y garantizar un nuevo financiamiento.
El puente Arequipa – La Joya, que prometía descongestionar la Panamericana Sur y potenciar la plataforma logística del sur, hoy se encuentra en medio de un proceso incierto, marcado por errores técnicos, sobrecostos, arbitrajes y demoras.