La ONU acusó a Israel de cometer genocidio contra la población palestina en Gaza, tras documentar asesinatos, hambruna, ataques contra niños, violencia sexual y destrucción de hospitales y escuelas entre octubre de 2023 y julio de 2024. El informe de la Comisión de Investigación, encabezada por Navi Pillay, señaló al primer ministro Benjamin Netanyahu y a otras autoridades como responsables de incitar y sostener la masacre.
El reporte de Naciones Unidas identificó al menos cuatro de los cinco actos de genocidio definidos en la Convención de 1948: asesinatos masivos, lesiones graves, condiciones de vida destructivas e impedimento de natalidad. “Es evidente que existe la intención de destruir a los palestinos de Gaza”, sostuvo Pillay, subrayando la magnitud de los crímenes y la falta de acciones por parte de Israel para investigarlos o sancionarlos.
La Comisión señaló además que Israel ha desobedecido las órdenes de la Corte Internacional de Justicia, reforzando la idea de una estrategia deliberada de aniquilación. En su denuncia, documentó el bloqueo total que ha provocado hambruna, ataques contra sitios religiosos y culturales, y la demolición sistemática de infraestructuras básicas. Naciones Unidas instó a detener la entrega de armas y a exigir el levantamiento inmediato del asedio.
Tel Aviv respondió con un rechazo categórico al informe, al que calificó de “distorsionado” y “falso”. El Ministerio de Exteriores acusó a la Comisión de actuar como portavoz de Hamás y pidió su disolución inmediata. Según el gobierno israelí, el documento busca desacreditar sus operaciones militares, que presentó como actos de legítima defensa tras los ataques del 7 de octubre de 2023.
Mientras se difundía el informe, el ejército israelí inició una ofensiva terrestre en la Ciudad de Gaza, considerada último bastión de Hamás. Testigos describieron bombardeos intensos y el ministro de Defensa aseguró que la urbe “está en llamas”. La operación coincidió con el respaldo de Estados Unidos a Israel y con la reunión de más de 50 líderes árabes y musulmanes en Catar, quienes pidieron revisar sus vínculos con Tel Aviv. El Ministerio de Salud de Gaza informó que la ofensiva ya ha dejado más de 64.900 muertos desde 2023.




