JUIM exige vino a agricultores pese a que tienen presupuesto

El aniversario 37 de la Junta de Usuarios Irrigación Majes (JUIM) ha encendido la indignación de los agricultores. A pesar de contar con un presupuesto asignado de 35 mil soles, la directiva exigió la entrega de vino como aporte obligatorio para el brindis con autoridades invitadas. La medida, oficializada mediante documentos, generó rechazo porque los recursos provienen del bolsillo de los propios usuarios, que ahora se sienten doblemente cargados.

Durante la última reunión de informe de balance en la Comisión de Usuarios El Pedregal, la incomodidad fue evidente. Decenas de agricultores denunciaron lo que consideran un abuso de la directiva: pedir vino cuando ya existe un presupuesto específico para la fiesta. “Se trata de una doble contribución que golpea nuevamente al agricultor”, manifestaron algunos asistentes.

El discurso de austeridad de la JUIM pierde fuerza al contrastarse con los gastos anunciados. Un video institucional difundido por la propia directiva confirmó la contratación de las agrupaciones musicales Somos Mollendo y Waiata Sour. De acuerdo con cotizaciones, ambas presentaciones costarían cerca de 10 mil soles, monto que los usuarios consideran excesivo frente al argumento de “ajuste de gastos”.

El malestar no termina allí. Mediante el Oficio Múltiple N.° 057-2025, la directiva advirtió que solo podrán ingresar al aniversario quienes estén al día en el pago de la tarifa de agua, exigiendo DNI y recibo como condición de acceso al campo ferial Expomajes. Líderes como Antonio Quicaño Valdivia alertaron que esta decisión dejaría fuera a decenas de usuarios que, pese a estar inscritos, mantienen deudas pendientes.

El presupuesto aprobado en el POMDIH 2025 asigna 10 mil soles a gestión directiva y 25 mil a aportes voluntarios, sumando 35 mil para el aniversario. Además, contempla partidas adicionales para viáticos, dietas, movilidad y reuniones que superan los 58 mil soles. Ante estos números, los agricultores cuestionan la coherencia de una directiva que habla de austeridad mientras condiciona la participación y exige contribuciones extra para una celebración que, en teoría, ya está financiada.