La fe y la historia se entrelazan cada 30 de agosto, cuando la Policía Nacional del Perú rinde homenaje a Santa Rosa de Lima, proclamada oficialmente como su patrona en 1989. Su figura, rodeada de milagros, visiones y un legado de virtudes, fue reconocida como ejemplo de conducta para los efectivos policiales. Desde entonces, su imagen acompaña misas, procesiones y condecoraciones que buscan fortalecer la identidad espiritual de la institución.
Isabel Flores de Oliva nació en Lima en 1586 y su vida estuvo marcada por episodios de fervor religioso que aún hoy dividen a los estudiosos. Más de 400 biografías narran sus visiones místicas y su severo autocastigo, interpretado por algunos como un signo de devoción extrema y por otros como un posible trastorno. Sin embargo, la fe de miles de creyentes terminó consolidando su figura como referente espiritual.
A Santa Rosa se le atribuyen milagros que van desde curar enfermos hasta proteger Lima de un ataque holandés en el siglo XVII. También proclamó haber tenido un matrimonio místico con Jesús, hecho que fortaleció su carácter de santa protectora de países, instituciones y comunidades religiosas. Estos relatos alimentaron la devoción popular que la convirtió en la primera santa de América.
La Policía Nacional adoptó oficialmente a Santa Rosa como su patrona el 18 de septiembre de 1989, mediante el Decreto Supremo 27-89. El documento justificó la decisión resaltando sus virtudes morales como guía para los agentes del orden. Seis años después, en 1995, la institución la condecoró con la Orden al Mérito de la PNP y la Banda Honorífica como Generala, consolidando el vínculo entre la santa limeña y la fuerza policial.
Antes de la pandemia, cada aniversario se celebraba con misas y procesiones en todo el país. Aunque la emergencia sanitaria obligó a modificar estas actividades, la tradición se mantiene viva. Como dato curioso, Paraguay se adelantó al Perú y ya en la década de los cincuenta había adoptado a Santa Rosa como patrona de su propia policía, un gesto que sorprendió a los fieles peruanos.