Venezuela denuncia llegada de submarino nuclear de EE.UU.

El gobierno de Venezuela denunció que Estados Unidos enviará la próxima semana un submarino nuclear de ataque rápido y un crucero antimisiles al mar Caribe. Caracas sostiene que esta acción constituye una “grave amenaza para la paz y la seguridad regional” y activó una respuesta militar en sus aguas territoriales. Buques de mayor porte, drones y refuerzos de tropas se sumarán a la operación “Relámpago del Catatumbo”. Esto como parte de la estrategia de defensa anunciada por el ministro de Defensa, Vladímir Padrino López.

La alerta venezolana llegó a Naciones Unidas mediante una comunicación oficial en la que se denuncia lo que Caracas calificó como una “escalada hostil” por parte del gobierno de Donald Trump. Según lo informado, las embarcaciones estadounidenses identificadas como el USS Lake Erie y el USS Newport News arribarán al Caribe con el propósito declarado de frenar el narcotráfico que amenaza a Norteamérica.

En paralelo, Venezuela decidió reforzar su capacidad operativa en la frontera con Colombia y en sus aguas estratégicas. Padrino López detalló que el despliegue militar incluye vigilancia con drones, buques de gran calado y misiones de exploración y seguridad ciudadana. La Infantería de Marina intensificará patrullajes en el lago de Maracaibo y en el golfo de Venezuela, zonas que ahora serán consideradas puntos de control permanente.

La ofensiva diplomática también cobró fuerza. El canciller Yván Gil pidió la mediación del secretario general de la ONU, António Guterres. Y sostuvo una reunión con Gianluca Rampolla, coordinador residente del organismo en Venezuela. En dicho encuentro, Caracas expresó preocupación por el eventual despliegue de armas nucleares en la región. Lo que interpretan como un paso hacia la justificación de futuras agresiones.

Gil respaldó su acusación con cifras del Informe Mundial sobre las Drogas 2025 de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), que ratifica a Venezuela como territorio libre de cultivos ilícitos. Con ese argumento, el canciller acusó a Washington de inventar narrativas para criminalizar al país. “Se atenta contra la paz de la región”, afirmó, en medio de un clima de creciente tensión que ahora se traslada al mar Caribe.