Hace un mes este medio publicó cómo la Universidad Católica de Santa María (UCSM) está pagando «bonos de lujo» a sus directivos; empezando por el rector con montos que superan los S/ 26 mil soles. Sin embargo, un ejercicio que quedó pendiente era conocer cuanto significan esas gollerías para los ingresos finales de la casa de estudios que, en teoría, es una entidad sin fines de lucro.
Revelación.pe pudo analizar los informes financieros publicados en el portal de transparencia de «La Cato», desde el 2017 al 2024, y contrastarlos con el gasto o salida que significan los bonos que reciben los directivos. Los mismos que este año, bajo la gestión del rector Jorge Cáceres Arce, se han incrementado significativamente.

En resumidas cuentas, año tras año el superavit —lo que se puede resumir como las ganancias— de la casa Santamariana se ha reducido drásticamente, hasta llegar a apenas S/ 12.3 millones para el 2024. Mientras tanto, los bonos que reciben 110 directivos, desde el rector, pasando por vicerrectores, decanos, jefes de departamentos, directores de escuela y muchos más, ya alcanzan la astronómica cifra de S/ 10.8 millones. Este último dinero que, obviamente, no es para reinvertir en la universidad, sino que va directamente al bolsillo de Jorge Cáceres y compañía.
Sobra preguntarnos: ¿Qué pasa en cualquier organización cuando se ve que el superavit o los ingresos se reducen año tras año? ¿Toca ahorrar o aumentar el gasto?
Bonos de lujo

Mediante la Resolución N.° 9151-CU-2025, aprobada el 13 de mayo de 2025, la universidad implementó un nuevo esquema de bonos, vigente desde el 1 de mayo. Este se basa en asignar un número determinado de UIT’s como bono mensual adicional al sueldo base de los directivos de la casa de estudios. Por ejemplo, el rector Jorge Luis Cáceres Arce percibe 5 UIT’s extra, equivalente a S/ 26,750 mensuales, sumando un ingreso total superior a S/ 45 mil cada mes.
Los tres vicerrectores reciben cada uno 3.5 UIT’s (S/ 18,725). Los decanos y el director de la Escuela de Postgrado (EPG) obtienen 2 UIT’s (S/ 10,700), mientras que los jefes de departamento académico, directores de escuelas profesionales e institucionales, así como otras autoridades internas, reciben montos que van desde 1 UIT (S/ 5,350) hasta 0.3 UIT’s (S/ 1,337.50).
En total, 92 funcionarios de alto nivel reciben bonificaciones iguales o superiores a 1 UIT, y otros 18 cargos intermedios acceden a pagos menores pero constantes, todos cargados al presupuesto institucional. La suma mensual que se desembolsa en bonos asciende a S/ 676,507.50 lo que multiplicado por 16 sueldos anuales eleva el gasto anual a más de S/ 10.8 millones.
Van en aumento

Este nuevo esquema representa un incremento frente a lo establecido en resoluciones anteriores. En 2022, mediante la Resolución N.° 8033-CU-2022, el rector recibía 4.5 UIT’s, los vicerrectores 3 UIT’s, y los decanos 1.5 UIT’s. En comparación con 2025, el rector gana una UIT más al mes, lo que se traduce en más de S/ 5 mil adicionales mensuales.
La evolución es más notoria al revisar la resolución del año 2017. En ese entonces, el rector ganaba apenas 3 UIT’s, los vicerrectores 2 UIT’s, y los decanos y directores de EPG solo 1 UIT. La diferencia, aunque en apariencia pequeña, representa cientos de miles de soles más al año.
Más atrás, en 2012, los bonos ni siquiera se basaban en la UIT, sino en porcentajes del sueldo base. El rector recibía un 45% adicional, los vicerrectores un 40%, y los decanos un 35%. Según la Resolución N.° 4784-CU-2012, los cargos intermedios obtenían porcentajes menores, entre el 25% y 30%.
Desde su establecimiento en 1984, el sistema de bonificaciones de la UCSM ha evolucionado hacia una fórmula cada vez más onerosa. Lo que comenzó como un incentivo complementario se transformó en una de las principales cargas presupuestales de la universidad, sin correlación con su rendimiento financiero reciente.
En el contexto de crisis educativa postpandemia y la migración de estudiantes a universidades públicas o más económicas, resulta llamativo que la UCSM no haya ajustado sus incentivos en función de sus capacidades reales de financiamiento.
Ingresos a la baja

Más aún cuando, de acuerdo a los Estados Financieros publicados por la casa de estudios, muestran que sus ingresos anuales han ido bajando considerablemente. Así, se puede notar que el Superavit y/o Déficit del Ejercicio del 2017 fue de S/ 27.7 millones. Esto, en palabras simples podría considerarse la ganancia final, luego de ingresos y salidas naturales. Aunque siendo una entidad sin fines de lucro, el monto debe ser reinvertido para mejorar las condiciones educativas de los universitarios santamarianos.
Ahora, siguiente con los siguiente años se puede notar un incremento de las «ganancias» hasta el 2021, cuando se llega a algo más de S/ 69 millones. Después empieza el declive. Para 2022 el superávit es de S/ 57.1 millones, para el 2023 baja hasta los S/ 36.9 millones y, finalmente, para el 2024 la caída es un abismo que hunde los ingresos hasta apenas S/ 12.3 millones.
A pesar de esta tendencia a la baja, la gestión de Jorge Cáceres Arce decidió incrementar los bonos de los directivos clave, varios de ellos hombres de confianza.
Respuesta institucional

Frente a los cuestionamientos, la UCSM señaló que ya proporcionó la información solicitada mediante una comunicación remitida el 4 de julio y en una entrevista de 30 minutos con su Director de Asuntos Legales, grabada por el medio con nuestro director periodístico Roberth Orihuela Quequezana.
La universidad consideró que la nota periodística publicada en este medio el 7 de julio distorsionó la información brindada, generando una imagen inexacta sobre las remuneraciones de sus autoridades. A través de una solicitud notarial, la institución exigió una rectificación, señalando que los datos publicados ponían en riesgo la seguridad de sus funcionarios. No obstante, el informe titulado “U. Católica otorga bonos de lujo” tuvo respaldo documentario que la propia casa superior de estudios ha publicado en su portal de transparencia, por lo que, consideramos, no existió ninguna manipulación en la cifras.
Asimismo, precisó que las medidas adoptadas por la gestión actual están sustentadas en criterios técnicos y responden a una política de manejo eficiente de recursos. Según indicaron, las gestiones de estos docentes directivos que se benefician con los bonos permitieron ampliar la internacionalización, ejecutar proyectos de infraestructura, y aumentar las becas dirigidas tanto a estudiantes como a docentes. Por ello, consideran que no corresponde emitir un pronunciamiento adicional.
Finalmente, afirman que no recibieron observaciones éticas o académicas de parte de la comunidad universitaria ni de los sindicatos docentes o no docentes respecto al nuevo esquema de bonificaciones. También reiteraron que los canales oficiales de la universidad mantienen informada a la población sobre todos los hechos institucionales relevantes.