Liz Ferrer Rivera. Encuentro.pe
El Hospital Covid-19 de Tacna ha perdido su característico color blanco debido a la acumulación de heces de aves. Actualmente, las únicas que habitan esa infraestructura de 55 mil metros cuadrados son las palomas. Esta obra demandó una inversión de S/ 43 575 500 y fue ejecutada por el Gobierno Regional de Tacna durante la pandemia del covid-19; sin embargo, hoy estas instalaciones están cerradas y en estado de abandono.
En julio de este año, la Contraloría publicó un informe respecto al deterioro de este nosocomio, que se ubica en el distrito de Gregorio Albarracín, en la zona de ingreso a Pampas de Viñani. Se trata del informe de control n.° 6245-2025, elaborado después de una inspección realizada entre el 1 y el 7 del referido mes.
Pérdidas
El hospital fue construido con material prefabricado, con largos pasadizos, salas de observación, una planta de oxígeno y consultorios, todo en un primer piso. Los profesionales de la Contraloría verificaron que todas las superficies exteriores de esta infraestructura estaban cubiertas con excremento, plumas de paloma y aves muertas.
También se observó los mismos desechos en las veredas de concreto, las tuberías de gases y los sistemas contra incendios. La Contraloría sostiene que no solo se trata de un problema de limpieza, sino que el abandono del hospital causó el daño de sistemas y equipos médicos, cuyo valor supera los S/ 6 585 813.
Existe corrosión y acumulación de suciedad en la central de gases medicinales, las calderas, los grupos electrógenos, el sistema de ventilación y climatización, el sistema de agua blanda y la planta de oxígeno. Los dos grupos electrógenos del hospital están inactivos y en pésimas condiciones, al igual que el sistema central de gases medicinales.
Lo peor de todo es que a pesar de la millonaria inversión que hizo el Gobierno Regional de Tacna, no reforzó la seguridad y el cuidado de estas instalaciones. “El cerco del hospital está cubierto con planchas de triplay, sujetas con parantes de madera y bloquetas artesanales improvisadas. Esta situación deja vulnerable una infraestructura de gran valor y la considerable inversión pública”, dice el informe de control de Contraloría.

El otro rostro
Ana Vizcarra Urus, secretaria general del Sindicato Único de Enfermeros del Hospital Hipólito Unanue, lamenta la situación del Hospital Covid-19 pero sostiene que, debido a las condiciones en que se encuentra, no es una opción viable para atender la alta demanda de pacientes del nosocomio regional.
Además del mal estado que presenta, esta sede no permitiría una atención articulada de pacientes. “Un mismo paciente se atiende por diferentes servicios y no puede movilizarse entre sede y sede”, argumenta Vizcarra.
El Hospital Regional Hipólito Unanue tiene más de 60 años de antigüedad y funciona en ambientes reducidos a causa de la construcción de un nuevo nosocomio en un terreno contiguo. La obra está paralizada desde 2020, luego del rompimiento del contrato entre el gobierno regional y el consorcio a cargo.
En julio, la Contraloría también elaboró un reporte sobre el posible colapso del área de emergencia del Unanue. Según el informe n.° 019-2025-OCI, las camas destinadas para observación en esa área son utilizadas por personas que ya fueron estabilizadas, por lo que el servicio carece de camas para nuevos pacientes.
De igual forma, los profesionales de la Contraloría detectaron que el personal médico de la Unidad de Cuidados Intensivos tiene turnos de hasta 30 horas continuas, superando las 12 horas establecidas por ley. Una sola enfermera atiende a ocho pacientes, cuando el número máximo recomendado es de seis.
En opinión de Ana Vizcarra, el Unanue requiere con urgencia una nueva sede, de material noble, y no consultorios prefabricados como en el caso del Hospital Covid-19. Además, espera que el gobierno regional sancione a los funcionarios que permitieron que llegara a sus actuales condiciones, así como a los responsables de que la nueva infraestructura no haya sido concluida, pese a que han pasado 9 años desde el inicio de su construcción.

El Unanue podría descongestionar sus ambientes
Por su parte, el director del Hospital Regional Hipólito Unanue, Eddy Vicente Choque, refirió que desde su institución se prepara un proyecto para el acondicionamiento y mantenimiento del Hospital Covid-19, a fin de que pueda ser utilizado.
Vicente reconoce que el Unanue necesita descongestionar sus ambientes debido a que trabajan en espacios reducidos por la construcción del nuevo hospital (que está paralizada desde 2020).
Desde su perspectiva, el Hospital Covid-19 podría albergar los consultorios de rehabilitación y la sala de hemodiálisis, así como los programas que atienden a pacientes con hipertensión, diabetes y otras enfermedades no transmisibles.
Este mes se culminará la elaboración del mencionado proyecto y será presentado ante el Gobierno Regional de Tacna, que tiene el presupuesto para ejecutarlo. Vicente comenta que los ambientes son necesarios para dar más espacio en el Unanue a los nuevos equipos médicos que comprará el gobierno regional, entre ellos un nuevo tomógrafo.
Además, detalla que las dos plantas de oxígeno de este nosocomio funcionan. Sobre las observaciones de la Contraloría al área de emergencia, reconoce que hay deficiencias que corregir.
“Somos el hospital que atiende al 70 % de la población e, incluso, a militares, policías y otras instituciones. Cada día tenemos 150 atenciones en emergencia y 500 citas en consultorios. Necesitamos nuevos espacios y el Hospital Covid-19 es la mejor opción. Por supuesto, necesitamos que el nuevo hospital se concluya pero, por ahora, el Hospital Covid puede ayudarnos”, puntualizó el director.
DATO
De las cuatro plantas de oxígeno existentes en el Hospital Regional Hipólito Unanue, tres están inoperativas. De acuerdo a la Contraloría, dos de ellas dejaron de funcionar en 2024 y la planta Inmatec (que opera en el interior del hospital) cesó su operación en junio de este año.