A menos de una semana del inicio oficial del Censo Nacional 2025, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) enfrenta un desafío crítico en Puno: más de cien censistas abandonaron el operativo, la mayoría durante la fase de capacitación. El organismo ha respondido con un plan de emergencia que incluye una convocatoria urgente y la evaluación acelerada de nuevos postulantes. El objetivo es no retrasar el levantamiento de datos programado para el 4 de agosto.
La renuncia masiva tomó por sorpresa a la sede regional del INEI. Edgar Velásquez Churata, jefe del organismo en Puno, explicó que muchos postulantes subestimaron la carga física y logística del trabajo de campo. Varios de ellos, sobre todo madres de familia, no lograron conciliar sus responsabilidades domésticas con las exigencias del censo, lo que precipitó su salida.
Para evitar que el operativo pierda ritmo, el INEI activó de inmediato un plan de contingencia. Este incluye el refuerzo de la convocatoria de censistas con difusión en medios locales. Luego la revisión exprés de currículos y el reajuste de rutas de trabajo. El objetivo es garantizar que las zonas asignadas queden cubiertas y que la información estadística se levante en el plazo previsto.
Los contratiempos no se limitaron a las renuncias. En los primeros días del operativo se registraron cuatro incidentes. Primero tres censistas fueron atacados por perros y uno se fracturó una pierna al recorrer una vivienda en Juliaca. Todos contaban con seguro de salud, lo que permitió su atención inmediata, aunque en algunos casos fue necesario reemplazarlos temporalmente.
Pese a las dificultades, el INEI asegura que el censo en Puno se realizará sin cambios en la fecha. Sin embargo, en sectores académicos y políticos ya se discute si esta situación refleja problemas de planificación y capacitación en zonas con alta dispersión geográfica y condiciones adversas para el trabajo de campo.