Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania, reveló que Rusia estaría dispuesta a negociar un cese de hostilidades. Esto según señales surgidas tras un contacto clave con su homólogo estadounidense, Donald Trump. La conversación se produjo luego del encuentro entre el enviado de Washington y Vladimir Putin en Moscú. Aunque no hay acuerdos oficiales, el gobierno ucraniano plantea una estrategia coordinada con sus aliados para evitar concesiones unilaterales y frenar cualquier intento de manipulación por parte del Kremlin.
La tensión en el frente no da tregua, pero detrás de cámaras las piezas se mueven. Zelensky destacó que “la presión está funcionando”, en alusión al endurecimiento de las sanciones económicas contra Rusia y las amenazas comerciales lanzadas por Trump. Desde Moscú, el discurso ha virado: Putin habla de “conversaciones constructivas” y no descarta una reunión directa con Trump. Lo que agita la expectativa de un giro diplomático. En paralelo, Ucrania busca blindar sus intereses con apoyo de la OTAN y líderes europeos.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que Moscú solicitó reunirse directamente con Trump. Mientras asesores de seguridad de la OTAN preparan el terreno para una eventual ronda de conversaciones multilaterales. Aun así, Kiev mantiene la guardia alta. Las condiciones que impone el Kremlin —reconocimiento de territorios ocupados, renuncia a la OTAN y corte del suministro de armas occidentales— siguen siendo inaceptables para Ucrania, que insiste en una paz “justa y duradera”.
En medio de estos movimientos diplomáticos, la violencia no cesa. Las fuerzas rusas atacaron Zaporizhzhia la última noche, dejando muertos y heridos, incluidos niños. Para Zelensky, este tipo de acciones son intentos deliberados de sembrar miedo, justo cuando el terreno político se vuelve más incierto. Mientras tanto, Trump sube el tono: impuso aranceles a India por sus vínculos energéticos con Rusia y advirtió nuevas medidas si no se logra un acuerdo.
La amenaza de una escalada nuclear sigue latente. El despliegue de submarinos estadounidenses y las declaraciones de Medvédev, que no descarta un conflicto directo con Washington, mantienen al mundo en vilo. Si bien Trump adelantó la fecha límite para un acuerdo, aún no hay claridad sobre la voluntad real del Kremlin. Lo cierto es que Ucrania no negociará desde la debilidad y prepara su posición con aliados, mientras todos observan si esta ventana de tregua es real… o una jugada más de Moscú.