La voz del exalcalde Iván Yovera resuena desde la triple frontera con un mensaje directo: que la presidenta Dina Boluarte visite Santa Rosa. Tras ser reconocida como distrito por ley, la isla vive sin autoridades ni servicios básicos, mientras sus habitantes cruzan a Brasil y Colombia para sobrevivir. En medio de la controversia por las declaraciones del presidente Petro, la población exige presencia estatal real y no solo respuestas en medio de la coyuntura internacional.
Con la ley de creación firmada y promulgada el 3 de julio, Santa Rosa se convirtió oficialmente en distrito. Pero ese cambio jurídico no se ha traducido en mejoras concretas. No hay alcalde, ni comité de transición, ni presupuesto. La población sigue esperando que la Municipalidad Provincial de Ramón Castilla envíe funcionarios y asuma su rol. “Estamos a la deriva”, advierte Yovera, recordando que ni siquiera se ha instalado un gobierno provisional.
La situación preocupa aún más porque, pese a su posición geopolítica clave, Santa Rosa vive en el abandono. El colegio colapsó por exceso de alumnos, el centro de salud no cubre las necesidades mínimas y el agua potable sigue siendo un sueño lejano. “Llevamos años sobreviviendo sin lo básico. Es hora de que el Estado venga, no solo cuando hay crisis con países vecinos”, enfatizó Yovera, aludiendo al aumento de atención mediática tras las declaraciones del presidente Petro.
Además, la economía local aún se mueve más con pesos colombianos y reales brasileños que con soles. Aunque los últimos años se lograron avances —como la instalación de luz eléctrica 24 horas—, los negocios aún dependen del comercio transfronterizo y de la falta de fiscalización. “El sol ha comenzado a imponerse, pero necesitamos infraestructura para que se quede y genere desarrollo”, sostuvo el exalcalde.
Yovera también recordó que el Congreso aprobó el año pasado una moción para que el Consejo de Ministros sesione en Santa Rosa, pero el Ejecutivo nunca la concretó. Hoy, la isla sigue esperando que esa promesa se materialice. “No pedimos milagros. Solo que nos miren, nos escuchen y actúen”, dijo. Por eso, exige que Dina Boluarte aterrice en la isla y escuche de primera mano la voz de la frontera.