Mueren palmeras de S/600 en Majes tras irregularidades

Las palmeras que debían embellecer la Avenida Colonizadores de Majes terminaron secas y retiradas en camiones municipales. Cada una costó S/608, pero más de 40 murieron a pocas semanas de ser sembradas. La compra, a cargo del municipio, se cuestionó por presunta sobrevaloración, ya que en viveros locales cuestan hasta cinco veces menos. Además, la empresa proveedora tiene vínculos familiares con un dirigente agrícola investigado, y los nuevos plantones no cumplen las medidas técnicas contratadas.

La escena fue elocuente: un camión cargado de palmeras secas recorriendo la Avenida Colonizadores bajo la mirada atónita de los vecinos. Personal, aparentemente contratado por Agroexport C&V EIRL, retiró uno a uno los cadáveres vegetales que apenas sobrevivieron dos meses. En paralelo, otros trabajadores sembraban nuevos ejemplares, aunque estos eran visiblemente más pequeños que los exigidos por el contrato municipal.

Los trabajadores en el lugar no dudaron en señalar las causas: riego deficiente, daño en las raíces durante el transporte y una siembra inadecuada. Sin embargo, lo que más indignación genera es el precio pagado por cada palmera: S/608. El total invertido asciende a 72 mil soles. En viveros locales, una palmera similar se consigue entre S/120 y S/150, según constató este medio. La diferencia abismal ha encendido alarmas sobre un posible caso de sobrevaloración.

El escándalo crece debido a los vínculos entre la empresa proveedora y Ronald Olazabal Telles. Este es hermano del presidente de la Junta de Usuarios Pampa de Majes, también acusado de negociar el uso de lama de vasos reguladores para abonar las plantas. A ello se suma la decisión de la gestión del alcalde Jenry Huisa Calapuja de insistir en sembrar palmeras, pese a que no son especies nativas y requieren un manejo técnico complejo para sobrevivir al clima de Majes.

Para muchos vecinos y dirigentes vecinales, esta es una muestra más de la improvisación y el uso dudoso de fondos públicos. A pesar de la muerte masiva de los primeros ejemplares, la municipalidad volvió a sembrar sin corregir las fallas técnicas. Ahora queda la duda de si las nuevas palmeras sobrevivirán o simplemente repetirán el mismo destino… seco, caro y lleno de sombras.

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