Lula defiende soberanía brasileña tras aranceles de EE.UU.
Brazil’s President Luiz Inacio Lula da Silva waves to supporters in Brasilia, Brazil, January 1, 2023. REUTERS/Adriano Machado

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, salió al frente de la controversia tras la decisión de Estados Unidos de imponer aranceles del 50% a las exportaciones brasileñas. Durante un acto oficial en Brasilia, Lula calificó la medida como un ataque a la soberanía nacional. Y prometió defender a su país de lo que considera una represalia política vinculada al proceso judicial contra Jair Bolsonaro. La tensión entre ambos países escaló rápidamente, revelando profundas fracturas en la relación bilateral.

La orden ejecutiva firmada por Donald Trump para imponer un arancel del 50% a productos brasileños no solo busca un impacto económico, sino que refleja un conflicto político subyacente. La Casa Blanca justifica la medida alegando una “emergencia económica” y la necesidad de proteger derechos fundamentales. Tales como la libertad de expresión, en referencia directa a la persecución política contra Bolsonaro y sus seguidores, según acusan.

Pero el trasfondo real se percibe en la fuerte crítica contra el juez del Supremo Tribunal Federal brasileño, Alexandre de Moraes, a quien Estados Unidos responsabiliza por liderar acciones judiciales contra la oposición política. Esta movida pone en evidencia la intromisión de intereses políticos en la relación comercial entre ambos países.

Cabe destacar que el anuncio no fue sorpresivo. El 9 de julio de 2025, Trump ya había enviado una carta oficial advirtiendo sobre la posibilidad de sanciones arancelarias. Las que inicialmente estaban justificadas por supuestos desequilibrios comerciales. Sin embargo, los datos oficiales de la Oficina del Censo estadounidense mostraron un superávit comercial para EE.UU. de 6.800 millones de dólares con Brasil en 2024. Poniendo en duda las razones económicas alegadas.

En Brasil, Lula ha adoptado un discurso firme, llamando a la defensa de la soberanía nacional. Este episodio marca un momento clave en la política exterior brasileña, en medio de una coyuntura delicada donde la presión internacional y las disputas internas se cruzan. Dejando entrever que la confrontación entre Washington y Brasilia podría tener consecuencias a largo plazo para ambos países.